España: Tapa a tapa
| Autor | Adalberto Ríos Szalay |
Fotos: Adalberto Ríos Szalay
Uno de los placeres de viajar por España es la comida y, dentro de ésta, la costumbre de tapear, aportación hispana al tentempié, aperitivo o antojo. Se supone que la tapa es un gusto entre comidas, pero dada la generosidad española, puede ser una manera de comer abundante, variadísima y deliciosamente
El origen de la tradición
Para evitar los estragos del vino, el rey Alfonso X el Sabio ordenó que en los mesones de Castilla no se sirviese vino si no era acompañado de algo de comida, que se colocaba sobre la boca de la jarra o vaso para tapar y proteger su contenido de polvo o insectos. Así, el jamón, el chorizo o el queso sirvió de tapa y dio origen a una costumbre que, por fortuna, perdura hasta nuestros días y que reivindica la denominación de sabio al monarca en cuestión.
En la actualidad, sólo en Madrid hay 363 lugares de tapas reconocidos, ¡más tres nuevos en este mes! Cerca de la Plaza Mayor o de la Plaza del Sol hay infinidad de sitios para realizar esas peregrinaciones gastronómicas que aconsejan los conocedores.
Hay lugares, como el Museo del Jamón, que se encuentran en varios domicilios, todos con admirables por sus deleitables colecciones y su rica museografía.
Recomendaciones de los sabios
Cervantes, en El Quijote, llamaba a las tapas "llamativos", y Quevedo, "aviso" o "avisillo". Desde entonces el tapear es parte de las costumbres españolas.
Las tapas, como en muchas taquerías, se consumen de pie. Dado que son porciones pequeñas no se aplica el verbo "comer", sino "picar". El ambiente es informal y normalmente ruidoso por el chasquido de platos, vasos y copas servidos a gran velocidad, la charla de múltiples amigos y los gritos de los camareros que transmiten las órdenes.
"Por favor, no tengamos conversaciones desagradables que nos pongan nerviosos. Ir de tapas es una de las mejores cosas que tenemos los españoles... Hay que salir a divertirse y dejar las preocupaciones de lado", ha escrito un especialista en el tema.
Los expertos en tapas recomiendan no tomar más de dos tapas en un establecimiento, a fin de poder probar en variedad y en distintos lugares. Aun cuando el servicio es raudo, grave error sería confundir a las tapas con el mecánico sentido del "fast food". La primera y esencial diferencia es que las tapas son un hecho a disfrutar, a deleitar, como sucede en Vitoria, en el País Vasco.
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