Meridiano/ El Talón de Aquiles
| Autor | David Peñalfaro |
Cuando Aquiles, el mítico guerrero griego, fue sumergido por los dioses en las aguas para darle poder e inmortalidad, fue sostenido de uno de sus talones, el cual no se mojó ni protegió y, esa parte justamente, fue la debilidad que le causó el triste fin que tuvo. Al pobre de Aquiles le dijeron los "mandamases" del Olimpo que tenía un excelente "blindaje" y el muy ingenuo cayó redondo: lo que le sucedió es que no supo medir las consecuencias de sus actos en las batallas, ya que pensaba que su blindaje lo iba a salvar de cualquier tipo de evento.
Pues bien, el México de la actualidad, con todo y su blindaje y su alto crecimiento económico recién anunciado, está todavía peor que Aquiles (q.e.p.d.), ya que no sólo tenemos un talón que nos puede causar desvelos, desmañanadas, sinsabores, pesadillas y zancadillas, sino dos: el sistema bancario y la reforma fiscal. El difícil problema del sistema bancario da signos de movilidad de vez en cuando. Por lo pronto, la entrada de capital fresco, ya sea proveniente del extranjero o Made in Mexico, son bocanadas de oxígeno para este sector, en el cual se empieza a ver una tenue luz al final del túnel.
La tan anhelada capitalización bancaria se puede dar con los apoyos que se anuncian entre sombrerazos, promesas, pleitos y proyectos, pero lo importante es saber que el enfermo respira... El camino que resta por recorrer para sanear, financiera y moralmente, a los bancos de nuestro país es largo y penoso, pero por lo menos, ya se están dando los primeros pasos. Sin embargo, en el terreno de la reforma fiscal estamos empantanados, estáticos e inmóviles, y eso justamente nos puede conducir a un epílogo tan triste como el que tuvo Aquiles.
En primer lugar hay que tener en cuenta que las leyes y reglamentos fiscales que tenemos responden a otra realidad, a un México cerrado al mundo y con un comercio poco desarrollado. Ahora las cosas han cambiado y no sólo nos encontramos en un mundo globalizado, sino que nos hemos (¿hemos Kimosabi?) dado a aprender el bonito oficio de firmar tratados comerciales. En el mundo actual los impuestos se convierten en un punto esencial en la competencia internacional. Todos los agnósticos, escépticos y descreídos que no estén de acuerdo con esta última afirmación pueden platicar con cualquiera de los empresarios mexicanos que sienten el peso del dumping sobre sus espaldas y sobre su renglón de ventas.
Del PIB del país, los impuestos representan menos del 10 por ciento. En muchas...
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