Talento sin límites
| Autor | Iris Velázquez |
"Todo mundo puede pintar y crear grandes obras de arte, sólo hay que intentarlo", asegura Magali Farías, fundadora de la academia Mostaza y Miel mientras le pasa un crayón rojo a Renata, niña de cinco años que trabaja en un cuadro de un papagayo multicolor.
Hace cinco años, la maestra que ha impartido arte y diseño en instituciones como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Universidad del Valle de México (UVM), fundó dicho centro de enseñanza en la Zona Azul de Satélite.
"Decidí estudiar la maestría en Creatividad para el Diseño y en Ciencias de la Educación, mi tesis terminal de la maestría se trató de la importancia de la educación", señala la maestra.
"A partir de eso, empecé a dar clases en la universidad, en la UNAM, en la UVM, así hasta la fecha".
Indicó que aunque su intención inicial era dar asesorías sólo a niños, empezaron a llegar a su estudio jóvenes y adultos. A la fecha, informa, acuden personas desde cuatro y hasta 82 años.
"Ha sido como un universo enorme y nos ha tocado ver crecer a los niños, por ejemplo, a Daniel y Andrea, que eran unos pequeñitos cuando empezaron a venir", añade Farías.
Ella considera que el arte no debe tener reglas estrictas, ni se debe limitar a los alumnos, pues no se sabe si alguno de ellos pueda inventar una nueva técnica o estilo.
"La intención del lugar es, por supuesto, promover el arte y los procesos creativos de una manera poco ortodoxa, en donde no hacemos ejercicios de dibujo como tal, sino que vamos trabajando en base a proyectos sencillos con diferentes técnicas", comenta.
"Esto enriquece tu manera de entender el arte, porque el arte es una expresión propia, es parte de lo que uno es".
El estudio está repleto de cuadros con diversas técnicas y temas que van desde paisajes y animales hasta escenas que recrean epidemias como la peste negra durante la Edad Media.
Farías asegura que la música y el ambiente social ayudan a incentivar la imaginación.
"Siempre escuchamos música clásica o New Age que te ayuda a los procesos mentales, y utilizamos diferentes herramientas para poder trabajar también", asegura.
En esto coinciden los alumnos, quienes califican la clase como divertida e ideal para relajarse después de un día estresante.
"Yo pinto porque me relaja, Magali lo hace muy sencillo, te da ciertos trucos que mejoran tu técnica de una manera muy rápida y realmente puedes ver avances. Todos aquí nos llevamos bien, por todo esto me gusta esta clase, por eso llevo tanto tiempo...
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