Tal vez esté deprimido

AutorJorge Alberto García

El siguiente paciente en la consulta del psiquiatra es un niño triste y apagado, dado a explosiones de rabia desde hace tiempo. ¿Su diagnóstico? Depresión.

Y es que alrededor del 5 por ciento de los menores de 18 años se ven afectados por este padecimiento, según la Academia Americana de Psiquiatría del Niño y el Adolescente.

El término exacto usado por los especialistas es el de depresión infanto-juvenil y se refiere a niños y adolescentes cuyas edades van desde los 6 y hasta los 18 años.

Problemas de la sociedad como violencia doméstica, orfandad y situaciones traumáticas actúan como detonantes, pero no son los únicos, ya que intervienen otros factores.

La paidopsiquiatra Violeta Núñez comenta que la depresión ocurre cuando existe un desbalance en los preceptos biológicos, psicológicos y/o sociales del niño.

"En menores que sufren de maltrato, negligencia o abuso sexual, ocurren cambios bioquímicos en el cerebro ante estos impactos y se va agotando su capacidad de sobreponerse.

"Todos pasamos malos ratos, pero sin una guía correcta, como puede ser la de los padres, el niño no tendrá esa capacidad", advierte.

Niños de padres deprimidos, bipolares o con ansiedad también son propensos a estas alteraciones, indica además la psiquiatra infantil Elena Guadalupe Rodríguez.

"También cuando existe comorbilidad médica, como cáncer o diabetes, puede haber una prevalencia de hasta un 40 por ciento en población menor de 18 años", afirma.

Además, entre el 20 y el 50 por ciento padece otro tipo de problema psicológico, como déficit de atención o trastornos de ansiedad.

"La frecuencia es similar en los niños y niñas, pero cuando entran a la adolescencia se vuelve más marcada en las mujeres", afirma.

Rasgo más notorio: irritabilidad

Al hablar de depresión normalmente se imagina a una persona triste y melancólica, pero en niños y adolescentes el rasgo más notorio es irritabilidad.

Ésta se traduce en gritos, rabietas, agresividad y pobre tolerancia a la frustración, en la que pueden dañar a otros, incluso a sí mismo, dice la psiquiatra infantil Elena Guadalupe Rodríguez.

"Cuando esta irritabilidad interfiere en sus funciones a nivel familiar, escolar y social, es una situación que nosotros consideramos para hablar de una depresión clínica.

"En el colegio se pelea con compañeros y le contesta a la maestra, no pone atención, ni hace su tarea y reprueba sus exámenes, hay una afectación en todos los niveles", expresa.

También, agrega, empiezan a tener...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR