Su sustento es la historia
| Autor | Teresa Martínez |
Las páginas de la vida de Israel Cavazos Garza habitan en su memoria. Nuevo León, en especial Monterrey y Guadalupe, no son los lugares de su biografía, sino los protagonistas.
"A veces pienso que la Ciudad es como una niña que desde pequeña la traigo de la mano hasta convertirse en una gran señora y que la he acompañado a través de la historia por tanto tiempo", reflexiona el historiador y cronista de Monterrey.
·¿Cómo se siente ahora que está por cumplir 90 años?
"No son 90, son 15 por sexta vez, es distinto", corrige entre risas Cavazos Garza, quien celebrará su cumpleaños el 2 de enero.
"Bendito Dios no he tenido problemas de salud, más que un problema hace dos años de las piernas que no me responden, pero aquí estoy", asegura en entrevista telefónica desde Seattle, lugar donde pasará su cumpleaños con su hija y nietos.
Con la simpatía que lo caracteriza, Cavazos recuerda sus experiencias con fechas, lugares y nombres completos, trazando con su interlocutor su propia línea de tiempo.
"He leído tantas definiciones de historia y la única que me parece más acertada es 'la sucesión sucesiva de sucesos sucedidos sucesivamente'. Simpatizo con el buen humor y creo que con ésa me quedo".
Nació en Guadalupe el 2 de enero de 1923, hijo de David Cavazos Peña, pariente cercano de Serafín Peña, y Antonia Garza y Garza. Ellos tuvieron una familia con seis hijos: María del Socorro, Rogelio, Héctor (padre del torero Eloy Cavazos), David, Israel y la menor, Gloria.
Aun recuerda cuando en Guadalupe habían solamente tres coches y 3 mil personas. Ahora al sentarse en alguna de las bancas de la Plaza Principal admira el tráfico de la ciudad, que casi llega a los 700 mil habitantes, saludando a quienes al pasar cerca de él lo reconocen.
"La vida me ha dado satisfacciones increíbles, la gente del pueblo (en Guadalupe) que me encuentro me abraza y me acaricia y reconoce que le he dado algo (al municipio)".
A los 18 años comenzó por su cuenta investigaciones acerca de la historia de su municipio. La búsqueda de información lo llevó al Archivo de Monterrey. Ahí conoció a los historiadores Timoteo L. Hernández, Santiago Roel, Silvio Zavala y François Chevalier, quienes además de estimularlo durante su trayectoria, lo animaron a estudiar formalmente su actual profesión en el Colegio de México.
"El origen de mi vocación podría estar en el poema 'Vejeces', de José Asunción Silva", y que recita de memoria.
"Me cautivó, pero más aún me cautivaron los relatos de mis...
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