Tienen surfistas edén 'oculto'
| Autor | Alicia Boy |
Puerto Escondido se ha hecho famoso por sus olas, ideales para la práctica del surf, pero quienes no son aficionados a este deporte también podrán pasar ahí unos días de descanso y relajamiento en los que no hará falta más que un par de sandalias y un traje de baño para disfrutar de sus playas y su ambiente bohemio.
Su ubicación en la costa oaxaqueña, que no ha sido desarrollada turísticamente, permite que muy cerca de este sitio haya pequeños parajes paradisiacos, lagunas con manglares donde se refugian miles de aves, y sitios donde se busca preservar la vida de la tortuga marina y del cocodrilo mexicano, como Mazunte, Ventanilla, Manialtepec y Chacahua.
Zicatela
El principal atractivo de Puerto Escondido se encuentra en Zicatela, la playa de los surfistas, a la que asisten visitantes que vienen desde Australia, Argentina, Estados Unidos o países de Europa para su encuentro con el Pacífico mexicano.
Generalmente hay mucha gente despierta al amanecer, sin importar cuánto se haya desvelado el día anterior, con tal de ver un gran espectáculo: con el alba en el rostro, los primeros surfistas salen listos y acompañados de su tabla a dominar las olas.
El mar en Puerto Escondido no es piadoso con estos deportistas; de hecho ha cobrado vidas de algunos nadadores incautos que sin conocer las corrientes se arriesgan a nadar en él, pero a los surfistas no les importa.
Con frecuencia se le ubica entre los 10 mejores lugares en el mundo para practicar este deporte, y algunas crónicas dicen que los surfistas sueñan con sus olas y con el reto de vencer una más grande que la anterior.
Es su forma de vida, su pasión, y hay quienes incluso cambian de domicilio para tener de cerca el mar y acariciarlo diariamente con la tabla. Incluso muchos surfers que llegan a las costas mexicanas en busca de "la ola", hacen a un lado la idea de partir tras toparse con lugares tan paradisiacos como éste.
Además del surf, Zicatela se ofrece como un punto de encuentro. Ahí hay muchos hotelitos para diferentes presupuestos, tiendas de abarrotes y pequeños cafés y restaurantes donde sirven excelente comida a precios accesibles.
Un desayuno puede salir en 20 pesos aproximadamente, y un buen plato de camarones al ajillo va de 35 a 50 pesos, dependiendo del lugar donde se consuman.
El Cafecito es uno de los predilectos para el desayuno. Antes de que lo abran empiezan a escapar los olores del pan recién horneado y de las empanadas de atún, queso o espinacas.
Además, siempre tiene...
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