Surce fibras emocionales

AutorFidel Orantes

Sus trazos y genialidad han vuelto a Reynolds Woodcock (Daniel Day-Lewis) un afamado diseñador de prendas en el Londres de la postguerra.

Cada puntada de sus creaciones demuestra su obsesión por su madre muerta y la pasión que tiene por el género femenino.

No obstante, su estructurada vida se deshace por un encuentro fortuito con Alma (Vicky Krieps), una mesera que pasa a ser su musa y luego su amante en El Hilo Fantasma.

La más reciente cinta de Paul Thomas Anderson se adentra a fibras de la relación entre los protagonistas, que desarrollan una relación codependiente.

"Vivir ese mundo fue muy incómodo y aterrador me atrevería a decir. Pero también fue bueno, porque fue muy honesto y me hizo pensar en muchas de las relaciones que he tenido en mi vida.

"En ellas llega un punto en el que estás tan metido que ya no confías en ti, no volteas a ver con quién estás y que no eres lo suficientemente valiente para decir: 'No voy a seguir aceptando esto, necesito despertar, verme a mí, hablar conmigo y quiero que lo nuestro sea real'. Fue bueno tener esta experiencia de honestidad", compartió Krieps en entrevista telefónica.

Se trata de una historia que habla de la necesidad de sentirse amados y de las dificultades por aceptar las diferencias de los demás, aseguró la actriz.

"Tú mismo creas tu forma de comunicación. Es como te comunicas. Cómo encuentras un diálogo en una relación. En este caso, es muy única, extraña y especial.

"Son como una pareja de viejos. A veces los escuchas y piensas: 'Qué grosero, ya le dijo esto'...

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