Supieron que “Don Goyo” no dormiría esa noche

SAN NICOLÁS DE LOS RANCHOS, Pue., abril 24 (EL UNIVERSAL).- Apenas había conciliado el sueño cuando fue interrumpido por un fuerte estruendo. Selena se levantó de la cama y despertó a su hermana Lidia.“¿Qué fue ese ruido?”, preguntó.

Las dos miraron hacia la ventana de su recámara para saber qué ocurría. Eran las 2:32 de la madrugada del lunes 18 de abril y todo estaba oscuro en la comunidad de Santiago Xalitzintla, la más cercana al volcán Popocatépetl, del lado de Puebla.

Todo el pueblo dormía pero con los ruidos despertaron. Selena y Lidia fijaron su vista en el volcán y supieron que de ahí provenían los estallidos.

La negra madrugada fue iluminada por luces incandescentes que caían en las laderas de la montaña y un ruido constante que salía del interior del cráter se expandía a varios kilómetros a la redonda.

Puertas, ventanas y estructuras de las viviendas de la comunidad poblana crujían y el miedo se apoderó de varios de los moradores. Algunos de ellos salieron de sus casas y desde la calle veían que “Don Goyo” tampoco dormiría esa noche.

“El rezumbido (sic) fue muy fuerte y sí tardó mucho, aparte de eso, también estábamos viendo cómo estaba saliendo la lava que regaba y nada más quedaba por ahí a los lados. En ese momento sí nos dio mucho miedo, aunque si ya hubieramos visto otra cosa más fuerte, entonces sí nos hubieramos salido”, narró Magdalena Pérez, una de las residentes.

Los habitantes de Xalitzintla no recuerdan otro episodio reciente en el que el Coloso de Anáhuac haya tenido tanta actividad, como el de la madrugada del lunes pasado.

“Se escuchaba el ruido del volcán, como el ruido de un carro o de la olla exprés, así se escuchaba muy fuerte. Nos levantamos a esa hora, nos subimos a la azotea y estuvimos viendo el volcán, pero sí hubo varias personas que salieron de sus casas, pero nada más a ver y se volvieron a regresar”, narró Belén de Aquino.

Apenas los primeros rayos solares iluminaron el lunes, los residentes se dieron cuenta que la actividad que tuvo “Don Goyo” en las primeras horas de ese día tuvo consecuencias.

La ceniza volcánica cayó en varias de las poblaciones poblanas y el viento las llevó hacia otras zonas de Tlaxcala y Veracruz.

-“Estamos muy lejos”.

Antonio Tiro, un habitante de la comunidad de Santa María Acuexcómac, situada a 20 kilómetros del Popocatépetl, contó que la última vez...

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