El supermercado genético

AutorPeter Singer

Hoy los padres pueden influir los factores genéticos tanto como los ambientales, en una de estas tres maneras: al utilizar fertilización in vitro, pueden requerir un estudio de los embriones antes de la implantación; pueden utilizar diagnóstico prenatal y aborto selectivo; y puede conseguir óvulos, esperma o embriones de gente que consideran genéticamente superior. Todas estas técnicas tienen desventajas. La primera es costosa, inconveniente y no siempre resulta en un embarazo. La segunda involucra un aborto, lo cual nunca es un procedimiento placentero para una mujer, independientemente de sus puntos de vista sobre el estatus moral del feto. La tercera significa que el niño no será un hijo biológico de la pareja, sino que llevará los genes de por lo menos una persona diferente. Sin embargo, probablemente tengamos, en las próximas dos décadas, una cuarta opción: el mejoramiento genético de nuestros propios embriones.

Una vez que esta posibilidad esté disponible, muchos padres querrán usarla. Nos esforzamos tanto en modelar el entorno de nuestros hijos para darles el mejor comienzo en la vida que una vez que tengamos la habilidad de elegir sus genes, es improbable que la rechacemos. Lo que podría detener a algunos padres potenciales son factores como el riesgo, el costo, y la duda de si los niños serían sus propios hijos, en un sentido biológico. Pero el rápido aumento de nuestro conocimiento sobre la genética humana hará que pronto sea posible tener hijos que sean genéticamente nuestros, y que, sin embargo, sean genéticamente superiores a los hijos que produciríamos al azar en el proceso normal de reproducción. Esto comenzará con un estudio genético cada vez más sofisticado de los embriones in vitro. Sin embargo, antes de que pase demasiado tiempo será posible insertar de manera segura nuevo material genético en el embrión in vitro. Ambas técnicas permitirán que las parejas tengan un hijo cuyas habilidades serán probablemente superiores a las ofrecidas por la lotería natural, pero que seguirá siendo "suyo", en cuanto a que posee genes de una tercera persona, excepto en la medida en que sea necesario para producir específicamente las características deseadas.

Mucha gente dice que acepta la selección contra enfermedades y discapacidades serias, pero no lo hace cuando se trata de una mejoramiento por encima de lo normal. Sin embargo, no hay ninguna línea clara que diferencie la selección contra las discapacidades de la selección para obtener características positivas. No hay una gran distancia entre la selección contra la enfermedad de Huntington y la selección contra genes que producen un riesgo significativamente alto de cáncer de mama o de colon, a partir de esto es fácil dar al propio hijo un perfil genético que le ofrezca una salud mejor que la media. Del mismo modo, si muchos estuvieran dispuestos a abortar un feto con síndrome de Down, la mayoría estaría también dispuesta a abortar un feto cuyos genes indicaran la presencia de otras limitaciones intelectuales, por ejemplo, genes que se correlacionaran con un nivel de coeficiente intelectual inferior a 80. Pero, ¿por qué detenernos en los 80 puntos? ¿Por qué no seleccionar al menos un coeficiente intelectual promedio? ¿O uno un poco por encima del promedio? El mercado de óvulos humanos que existe actualmente sugiere que algunas personas seleccionarían incluso la estatura, la cual se correlaciona en cierta medida con el nivel de ingresos.

Elecciones privadas y públicas

¿Cómo debemos reaccionar ante este escenario? Podemos considerarlo como un argumento de pendiente resbaladiza, que pruebe que debemos actuar ahora para detener el estudio genético prenatal, ya que de lo contrario nos dirigiremos hacia un futuro de pesadilla en el que los hijos se hacen por encargo y son deseados por sus especificaciones, y...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR