Super Bowl adelantado

AutorCancha / Staff

KANSAS CITY.- El futuro de la NFL está garantizado. Los Jefes superaron en tiempo extra a los Bills 42-36, en un duelo que confirmó que la rivalidad entre Kansas City y Búfalo será protagonista en la Liga durante, ojalá, la próxima década.

Si las lesiones no lo impiden, Patrick Mahomes y Josh Allen serán los protagonistas de muchas más batallas como la de ayer en Arrowhead Stadium, donde más de 70 mil personas rugieron, callaron, suspiraron y celebraron durante la montaña rusa que representó el Juego Divisional de la Conferencia Americana.

Con un guión digno de película, la narrativa de la batalla fue creciendo conforme pasaban los minutos y las ofensivas se asentaban en el emparrillado, a medida que las defensivas de ambos equipos se iban desgastando.

Mahomes comandó el ataque de los Chiefs como de costumbre, rápido en la entrega del balón, ágil fuera de la bolsa de protección y espectacular con el brazo. Pases por encima y por debajo del hombro, de corto yardaje y de larga tirada, el quarterback de 26 años no se guardó nada.

Allen no desentonó, sacudiéndose la presión rival, mostrando sus dotes atléticos y respondiendo en momentos clave, con lo que ayudó a los Bills a llegar al medio tiempo con el marcador empatado 14-14, pese a la hostilidad del público local, que provocó un ambiente ensordecedor para los Bills a la hora de atacar.

Al fallar un gol de campo en el ocaso de la primera mitad y un punto extra en el tercer periodo, el pateador de los Jefes, Harrison Butker, fue el antihéroe perfecto para que el juego explotara de forma definitiva en el último cuarto.

Con la pizarra 23-21 en favor de los Jefes y 15 minutos por jugar, el partido estaba en el aire.

Kansas City pegó primero, con un gol de campo de Butker que parecía calmar el ambiente ansioso que se respiraba en la casa de los Jefes, pero Allen y sus Bills respondieron con una serie ofensiva de 7 minutos que culminó con un touchdown de Gabriel Davis para darle vuelta al marcador.

A Mahomes le tomaron, exactamente, 52 segundos para regresarle la ventaja a los Chiefs, luego de concretar un pase de 64 yardas con Tyreek Hill, quien se escapó a las diagonales ante la algarabía del público, con 1:13 por jugar.

Como si se tratara de un reto, Allen respondió regresándole la ventaja a Búfalo en 49 segundos, silenciando por completo el estadio.

El problema para los Bills es que en el reloj quedaron 13 segundos y en el...

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