De sumisa a guerrera

Fernanda Castillo no dimensionó el impacto que tendría en su vida un personaje de telenovela.

Mónica Robles, la antagonista de El Señor de los Cielos, la ha hecho llorar, reflexionar y la ha confrontado consigo misma, pero el regalo más grande que le ha dado es la credibilidad que ha conseguido como actriz.

"Me ha revolucionando. Mucha gente ha conocido mi trabajo, que ya lo conocía y pensaba que no estaba actuando; pensaba que era una dulce muchachilla abnegada que cantaba y que sólo me había visto en el musical ("Hoy no me Puedo Levantar"), y está viendo mi trabajo de actriz: tanto la abnegada como la otra", cuenta Fernanda Castillo.

"Mónica me ha enseñado cosas como mujer. Yo soy muy insegura y no se me nota, soy muy tímida y no se me nota; creo que como buena actriz dependemos mucho de la opinión de allá afuera, estás en casting todos los días de tu vida como actor, y creo que Mónica me ha enseñado a decir 'tú puedes, tú eres, tu te plantas y te ves'".

El personaje, -que moría en la primera temporada-, ha cautivado al público por el contraste de ser una mujer con calidad humana y la fortaleza de alguien que no la ha pasado nada bien.

"Uy sí (me ha hecho llorar), mucho. Creo que más cuando me ha tocado leer los capítulos y digo '¿y esta era la mala?, si lloro más que la protagonista del horario normal de la televisión'. Ha sido una mujer que ha sufrido mucho y con quien me conecto mucho", confiesa.

"También me peleo con ella...

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