Sugerencias del Gourmet/ Refinamientos y búsquedas
| Autor | G.L. Othón |
Polanco está en calma. Se puede circular sin los contratiempos habituales que supone está zona comercial de la ciudad. El hotel Nikko cuenta con servicio de acomodadores, que en breves instantes acuden a recibir el vehículo. Dentro del edificio se aloja el restaurante Les Celebrités. Agradable a la vista, sencillo y sin ostentaciones, permite que el comensal se sienta a gusto. El capitán y los meseros atienden con afortunada amabilidad.
Para iniciar la sesión gastronómica se pide un foie gras ($135.00), que viene entero y se acompaña de una pequeña guarnición de piña confitada rellena de nueces. Resulta delicioso, mejor aún si se le acompaña con una copa de oporto tawny Ferreira, que en su modestia resguarda los buenos sabores de Portugal.
Llega la sopa de almeja y azafrán ($75.00), que se sirve cubierta con hojaldre. El sabor es magnífico, sólo que los moluscos han huido a otros peroles. Una almeja solitaria es la única que representa a sus compañeras marinas.
En esas búsquedas pescadoras llega la ensalada de ensalada de arúgula ($75.00), que se prepara con jitomate, queso feta y piñones. Es espléndida y emplea con acierto esta hierba que en la actualidad tiene buena aceptación en los restaurantes nacionales.
La arúgula es tradicional en Europa, por ejemplo, en los mercados berlineses que surgen en las celebraciones navideñas es común ver los platos de salchichas que llevan una cama de ese manjar verde. Esto sin contar con las mil y una maneras en que se emplea la arúgula en los platos italianos. En fin, que la ensalada es de diez. La vinagreta se compone de mostazas y le da un toque afortunado.
Llega entonces una cava Gran Barroco ($480.00), que forma parte de la carta de vinos. Esta merece algunas consideraciones de orden práctico: los caldos, muchos de ellos excelentes, son como para momentos celebratorios y llegan a los ocho mil pesos, mientras que los más económicos andan por los 350.
Una de las virtudes de los restaurantes extranjeros, sobre todo los neoyorquinos, es que se puede elegir entre los vinos de añadas privilegiadas y los que son de uso cotidiano, los que acompañan con calidez una buena comida. En este renglón Les Celebrités le debe dar mayores opciones a un comensal que acude sin tener un motivo especial y que su bolsillo está cercano a la clase media.
También se nota una falla: el cava está 'al tiempo'. Debe enfriarse sobre la marcha. Es un hecho que en los locales de la categoría de Les Celebrités estas botellas deben...
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