Sugerencias del Gourmet/ Pásele hasta El Patio
| Autor | G.L. Othón |
Septiembre siempre me ha gustado para reseñar los restaurantes de cocina mexicana o regional que hay en Monterrey y sus alrededores, además de que al visitarlos y reseñarlos no desentono con lo que publica esta sección, que durante este mes dedica sus páginas a la gastronomía nacional.
Así que platicando con mi mujer le comenté que iríamos al Gusto de Puebla, ubicado en la Colonia Anáhuac, para que luego no me tachen de creído por visitar con mayor frecuencia los restaurante sampetrinos, cuando nadie se pone a pensar que es en este municipio, precisamente, en donde surgen las novedades.
En fin, como cada año hablo de este lugar, mi hijo el mayor me dijo que me proponía visitar un sitio al que él fue invitado recientemente por un grupo de ingenieros de una empresa de San Nicolás, ya que le resultó interesante porque mezclaba muchas cosas a la vez y parecía tener mucho éxito.
Por lo tanto desistí de ir al Gusto de Puebla para irme a cenar con mi mujer y tres sobrinos a El Patio, ubicado por la Avenida Nogalar, en la Colonia Cuauhtémoc, muy cerca del lugar en donde, casi todos los domingos, compro mi barbacoa, que ya después les reseñaré, pues vale la pena visitarlo.
Llegamos un martes pasadas las 9:00 de la noche; obviamente, no era un buen día, así que el restaurante lucía vacío; nos recibieron dos meseros y uno de ellos nos siguió hasta la mesa que elegimos; no quisimos llegar a la terraza, porque corría aire frío, así que nos instalamos adentro.
Al observar su decoración me vino a la mente la Hacienda San Angel de mi estimado Jorge Montemayor, y es que no me cabe la menor duda, El Patio es un "fusil" de este lugar. Y tanto quisieron asemejarlo a la Hacienda, que hasta al chef Rodolfo Ruiz le piratearon a Jorge hace ya varios años, aunque hoy ya no se conoce su paradero.
Claro, puede haber sus semejanzas con la Hacienda San Angel, pero todo guardando las debidas proporciones, porque Jorge la ha sabido mantener muy bien, mientras que El Patio luce descuidado.
Inmediatamente que nos sentamos a la mesa nos llevaron el menú, y tanto mi mujer y yo nos percatamos de que los precios eran realmente muy buenos, comparados con los de otros lugares del mismo giro; me refiero a que aquí una arrachera acompañada de cebolla, papa asada y frijoles charros cuesta 59 pesos, al igual que el sirlón; por un rib eye pagué 67 pesos y por el t-bone, 66; las ahujas norteñas y la sábana de filete valen 64 y 70 pesos.
También cuentan con botanas como guacamole...
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