Sugerencias del gourmet / Se merecen orejas y rabo

AutorG.L. Othón

Muy difícil es comprender en verdad la famosa frase "Sangre, sol y arena" que acuñó el maestro Pepe Alameda, creador de la crónica poética taurómaca de la llamada "fiesta brava", donde se sacrifica bajo música y artes, de manera cruenta a una bestia astada, y muchos se oponen a este rito ancestral viendo más por la vida del toro que por la posible muerte del toreo.

Estas ideas nos asaltaban la mente al entrar a El Torito, allí en Mitras Norte, puesto que el restaurante se inspira en la tauromaquia y se ostenta como "la mejor arrachera de Nuevo León".

De inmediato diremos que lo matador en el ruedo del menú son -sin duda- los cortes, y el resto del coso son sólo complementos a una fiesta carnívora: algunas entradas, tacos, quesadillas y cuatro postres.

Podemos destacar la entrada de los Refritos con Veneno por varias razones: los mandan en un acero aún soltando hervor, traen notas de epazote y el asado de puerco que le agregan bien vale la pena "envenenarse" con su sazón.

La sección de tacos propone variantes de alambres, quesadillas, trompo, al gratín y campechanas.

Pedimos el Champitaco, que resultó espléndidamente servido, y aunque los champiñones hayan sido de lata y sólo la cebollita acompañó al platillo, allí detectamos una clase de sazón magistral de la carne, suavidad y potencia de sabor que nos hizo prepararnos para cortes de buena alzada.

La mejor manera de prepararse para un gran corte es pidiendo una copa del placer de los reyes, y aquí por fortuna contaban con un par de opciones, y así partimos plaza con la Tablita de Filete, 350 gramos que llegan en el redondel de su plancha, cebollita, guacamole y 1 toreado que en verdad resulta un homenaje a lo que es saber asar carne y dejarla en su punto y jugo perfectos.

Por la misma causa, el segundo toro de la tarde, ¡perdón!, el segundo corte lo pedimos en la alternativa de 500 gramos, fue un Rib-Eye y fue un deleite al que agregan 2 frijoles charros de antología, media orden de guacamole con sus totopos y cebollita asada en gran cantidad. También llega en su plancha redonda y sólo extrañamos el precioso sonido del crepitar calientito de tan buen corte a la mesa.

Y taurinamente era hora de la estocada, pues pedimos la Arrachera que dicen tener la mejor de Nuevo León, también la pedimos en 500 gramos... y si fuéramos juez de plaza allí les concedíamos el indulto; pocas veces hemos degustado una arrachera tan bien lograda, y ni siquiera nos atrevemos a asegurar qué le...

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