Sugerencias del gourmet / Un joven francés
| Autor | G.L. Othón |
Donde por algún tiempo se despachó buen café, ahora se practica cocina francesa con tintes tradicionales y contemporáneos. El lugar se llama Chez Chou Chou.
La decoración, eso sí, muy cambiada, me gustó e invitó a leer con calma el menú.
Comencé con una entrada especial del día y una tradicional francesa: tartiflette y caracoles, respectivamente.
Para acompañarlos me fui por dos bebidas de coctelería contemporáneas: un honey royal mojito y un mango Chou Chou.
La tartiflette la traen en una cacerola-plato de hierro fundido. Es de buen tamaño. Se compone de papas de corte grueso, queso, cebolla, tocino y crema. Y es tradicional del este de Francia.
El sabor y balance me gustó mucho, aunque se escucha por sus ingredientes como un plato pesado, a mí me pareció de un muy agradable y hasta suave sabor. Posiblemente esté en juego un poco de subjetividad.
Me explico. Me gusta mucho un plato canadiense que se llama Poutine, que es básicamente lo mismo que lleva esta tartiflette más un agregado: salsa gravy. Así que a mi parecer ésta es una versión más light de la receta Poutine.
Los caracoles son los tradicionales, a la borgoña (escargots bourguignon), vienen seis piezas por plato. De vista son oscuros intensos, bañados de la brillante mantequilla. Me sorprendió dos cosas de estos moluscos: primero la textura firme y diría que casi crujiente, y segundo, el equilibrado sabor. Además de la sabrosa mantequilla, se reconoce el echalote; al final queda un retro gusto mineraloso del producto. Aunque aquí también abusan de las grandes cantidades de esta preparación (entiéndase mantequilla), pero me parece que esta receta me gustó un poco más que la del sacrosanto Pierrot.
Caso aparte las bebidas. La versión del mojito la presentan en vaso metálico. Tiene infusión de miel, menta, limón, jarabe de especias y vino espumoso. Realmente sólo por la menta y limón se aprovechan para bautizarlo como mojito, pero a mi parecer inventaron una nueva bebida que merece tener nombre propio.
El de mango está hecho a partir de vino espumoso, extracto de jugo de mango, pepino, arándanos y jengibre. La presentación es en copa alta y estrecha, no tiene mucho color, pero el sabor es espectacular.
Para continuar, de platos fuertes solicité un atún con alioli y el pato a la naranja.
El atún es un buen ejemplo de presentación contemporánea. Vienen dos trozos sellados y casi empanizados de ajonjolí, "montados" sobre un timbal de puré de papa, enriquecido con trocitos de zanahorias...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba