Sugerencias del gourmet / Felino peculiar

AutorG.L. Othón

Por andar a altas horas de la noche en juntas fue que llegué allí. Quería comer tranquilamente sentado, recorrí Plaza Las Ramblas a ver si algo me motivaba y encontré Chat Lunatique.

Aunque por fuera tiene una apariencia de antro, revisé el menú y lo descubrí grande, diverso y con un par de cosas que me alentaron a entrar.

Adentro, el lugar tenía muy pocos clientes y mucho servicio. El negro y el blanco son los colores predominantes. La gran pared y columna son blancas con luz indirecta azul y hay mobiliario bajo de color oscuro y sencillo.

Por la zona de bar y baños existe más color e intervención artística; y claro, las -no entiendo por qué- socorridas pantallas de televisión.

Para comenzar, y ponerse en el mood, se solicitaron unos tragos. Un mojito inglés y un martini "pepino Collins".

El mojito en vaso alto, con un líquido transparente-ámbar, propio del whisky. Además de este destilado había hierbabuena macerada y un poco de jugo de limón y agua; me gustó, me gusta el whisky. Y aunque más de algún purista me lo reproche, me gusta combinarlo, y esta mezcla no es nada mala y sí con muchos sabores: frescos, ácidos y aromáticos que se asientan con lo profundo del destilado.

El martini viene como debe, en copa martinera. Se compone de ginebra, limón, pepino y toda la boca de la copa empolvada de chilito y poca sal. Aunque es de un sabor fresco y el chilito es una buena idea, el gusto del limón no me convenció, no sé si estaba en el borde de la acidez o era ese líquido que venden por limón.

Regresando al menú, de la gran variedad de entradas pedí una ensalada Niçoise y unos tacos de atún. Desde la carta advierten que la ensalada no es la típica preparación francesa y que es una "versión". Efectivamente.

Después de la impresión de ver el gran recipiente de cristal y la vasta cantidad de ensalada en él, confirmo los ingredientes: papa, jitomate, granos de elote, aceitunas, huevo duro, lechuga y vinagreta. La anchoa parece que me la deben porque ni la encontré ni la sentí en el paladar.

Es una ensalada sencilla, predomina la lechuga y lo azucarado de los granos de elote. La sensación de la textura y el sabor del huevo es buena, pero la papa no me parece que funcione bien; y la vinagreta es demasiado ordinaria, sobresale el vinagre y nada más. La verdad no tiene la personalidad ni sabor de una Niçoise. Realmente es una versión libre.

Casi a la par, trajeron los tacos de atún. De vista, esta era otra historia. Dos tacos en tortilla de harina de...

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