Sugerencias del gourmet / Un Brasil nublado

AutorG.L. Othón

El rodizio es una de las formas de probar distintos cortes y otras especialidades de la cocina brasileña, los que se ubican en casi todo el territorio, y sus clases sociales son también muchas. Hacer el recuento de este tipo de establecimientos en México sería un trabajo relativamente fácil, por su inicio al principio de los años noventa en este país, pero lo mejor es asistir al restaurante Brasileirísimo Polanco.

Llegar a este espacio es sencillo y ellos tienen un equipo de acomodadores, que laboran con la eficacia del momento.

Así, ya una vez en el restaurante se pide el menú rodizio de $315.00, que se divide en cuatro momentos que son: de entrada una empanada de queso con elote y sopa el día. Al final se agrega un plátano capeado que está bastante bueno. Esta parte es más o menos ingrata, porque la empanada es pequeña y carece de gracia, lo mismo que la sopa de lentejas que está apenas pasable.

Luego viene la barra de ensaladas, que tiene un buen número de verduras y otras cosas que las complementan. Ahí es como para darle un susto a la gordura, ya que puede comerse una abundante dotación de lechuga con queso, o bien alguna otra cosa que esté incluida en el menú.

Luego comenzará la parte fuerte del rodizio, que es un desfile de cortes de carne y guarniciones de la casa. El mesero pregunta cuál será el término en que se prefiere la carne. Esto es el principio del fin, porque casi todos los cortes están cocinados tres cuartos o pasados, por lo que el mesero queda un tanto en ridículo ante la contundencia de estos platillos.

Al principio todo comienza con una pierna de pollo, que está en un punto en que apenas si se antoja. Luego vendrá un corte de baby beef, que está suave, pero cuyo término está pasado. Tiene, claro está, su cordón de grasa y está sabroso, se pide que se traiga en el término solicitado al mesero. Pero, ante el poco público que está ese día en el sitio, la carne se sucede con estos tropezones terribles.

Otra cosa es segura en Brasileirísimo Polanco que se prefiere dar a la clientela los productos que son de pollo o de otra ave, como el pavo con tocino, o los corazones de pollo, que están cocinados con cerveza y hierbas finas.

Los encargados de las "espadas", que son las enormes brochetas con las que cuentan estos restaurantes, traen una buena dotación de estos productos.

Poco a poco llegan los otros cortes, uno de ellos es la alcatra, una carne suave que en esta ocasión está más que rara, por su consistencia y su sabor...

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