Sugerencias del gourmet / Bipolar único

AutorG.L. Othón

Extraño la fabulosa fugazzeta que allí se elaboraba, pero afortunadamente la actual oferta está a la altura.

Antes era argentino, pero ahora tiene doble personalidad. La misma cocina abastece a dos espacios y produce dos estilos: fundue francés y comida mexicana (y prehispánica). Yo al que iba: Los Amores de Frida.

Así que de la mexicana solicité una sopa de elote con flor de calabaza, hongos y un mole coloradito con pechuga de pollo. De la prehispánica unos huauzontles con queso Oaxaca en salsa de jitomate y una cecina de res de Yecapixtla, al natural, con frijoles y guacamole.

La sopa servida en plato de barro y con bastante cantidad. El elote de mazorca bien cocido y suave, los champiñones jugosos y la flor de calabaza en grandes trozos y de fresco sabor. Aunque parece una sopa convencional, el sabor recuerda el por qué pocos elementos, pero bien combinados, enriquecen a una gastronomía patrimonio de la humanidad como la nuestra. Muy recomendable.

Los huauzontles son dos y están bien capeados, además del queso interior, la salsa tiene más queso seco molido. Esto lo convierte también en un plato sencillo-complejo y verdaderamente sabroso. Hay una sensación de capas de texturas y sabores.

El mole coloradito es grande, tanto en cantidad de mole como de proteína. La pechuga está bien, al borde de ser un poco seca, pero ese sentimiento se olvida pronto, pues el coloradito es de un equilibrio envidiable: poco dulce, poco chocolate, pocas especias, poco sabor frutal y de semillas...

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