Sugerencias del Gourmet/ Esfuerzos y yerros
| Autor | G.L. Othón |
Es un hecho insoslayable el auge restaurantero de la colonia Condesa. Proliferan en sus calles toda clase de proposiciones culinarias, desde las que son sinónimo de calidad, las que se han despreocupado por ésta y las que luchan por hacerse un sitio en el mapa gastronómico de la ciudad.
Uno de estas últimas es la del Z Seta. El esfuerzo se nota por todos lados. El servicio de acomodadores funciona bien; sobre todo porque Celaya tiene serias dificultades de estacionamiento. Podría uno pasarse media hora en búsqueda infructuosa, sin embargo en el restaurante se hacen cargo de la situación y el problema queda resuelto.
El local es sencillo y con detalles agradables. Casi a la entrada se han colocado unas imágenes fotográficas de una coreografía donde estilizadas bailarinas interpretan los lances de la tauromaquia. Esto, tal vez, por los ecos de la cocina española que se practica en el lugar.
Un comentario que se nota desde el principio: el capitán de meseros tiene la experiencia y el trato adecuados; sin embargo, otros de los meseros muestran torpeza y lentitud en el servicio. Ignoran detalles de la carta y son un tanto descuidados con la clientela. Un curso de capacitación les vendría bien.
La entrada se compone de setas con butifarra ($34.00). Deliciosa combinación. El embutido y los hongos tienen la nobleza que les permite compartir terrenos sin neutralizarse; más bien se hermanan con la ligadura, siempre grata, de los trocitos de ajo frito que aderezan un plato de admirable sencillez.
En cambio, los calamares a la romana ($31.00), están en ese grado equis que nada dice al paladar. Un tanto chiclosos, sin la fritura adecuada se pierden en su medianía. Ni la salsa de jitomate en la que se remojan los salva de la inconsistencia.
Por el contrario, el arroz verde con cilantro, perejil y mariscos ($49.00) es de los platos de mejor preparación en el Z Seta. Grato al gusto, con la mezcla de sabores se convierte en plato estimable en un menú que tiene mucho de esfuerzo y otro tanto de yerros culinarios. Tal vez la diferencia sea de matices, de esos detalles mínimos que hacen de un platillo un lujo o que simplemente lo refunden en el cajón de los olvidos.
Lo anterior podría aplicarse a un par de platos fuertes que, por desgracia, están excedidos en lo azucarado de sus salsas. Uno de ellos es el filete mustio ($59.00). Consiste en corazón de filete de res aderezado con salsa de queso Cabrales, mango y chile chipotle. Domina el sabor de la fruta, que...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba