Sufre revés militar

MOSCU (AFP/DPA).-Tras el reciente fortalecimiento de los rebeldes separatistas, el Ejército ruso anunció ayer que sufrió pérdidas sin precedentes desde el inicio de su intervención militar en Chechenia, confesión que explica la dificultad creciente de sus tropas y también la voluntad de preparar a la opinión pública ante una posible solución negociada.

Los rebeldes chechenos emprendieron anoche un nuevo ataque contra la disputada localidad de Argún, al este de Grozny y asaltaron el edificio de la estación de ferrocarril.

La situación era tensa también en Shali, al sureste de Grozny, informaron las autoridades rusas en Chechenia, las cuales agregaron que la comandancia militar en Shali estaba siendo atacada por francotiradores.

Las nuevas informaciones del frente contradicen la versión del Ejército ruso y del Ministerio de Defensa, según la cual las Fuerzas Armadas tienen estas localidades bajo su control.

Asimismo, Rusia anunció la continuación de su ofensiva en Grozny, después de una pausa aprovechada por los chechenos para atacar por sorpresa.

Por su parte, el vocero checheno Movladi Udugov afirmó que Argún, Gudermes, Shali, Mesker-Yurt, Achjoi-Martán y Guermenchuk estaban bajo control checheno.

"Nuestro objetivo no consiste en tomar localidades, sino en infligir el mayor número de pérdidas a los rusos y después retirarnos", explicó a su vez el portavoz de la Presidencia chechena, Said Selim Abdulmuslimov.

Tras los sorpresivos ataques chechenos del fin de semana, Moscú advirtió que no tendrá "más piedad en el futuro" hacia los rebeldes.

Los contraataques rebeldes causaron al menos 26...

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