Sufre el árbol en su festejo

Los árboles son vida, canción, nido, enfermedad por las plagas, mutilación, vejez y muerte. También son objeto de veneración y hoy, Día Nacional del Arbol, serán los actores principales.

Pero pocas veces los árboles de la Ciudad llegan a su festejo tan agobiados por la contaminación y tan mermados por los 2 mil incendios forestales (5 mil 700 hectáreas) que dejaron en 1998 cenizas donde antes había bosque.

Son los árboles del DF, atacados por las plagas, cuidados algunos, de clase privilegiada otros si tienen hasta jardinero en casa, o heridos de gravedad, abandonados en calles y camellones, donde a muchos se les ve como doblándose de dolor y de sed.

Se festeja por decreto desde 1959 y hoy, para paliar la crisis, el Gobierno ha anunciado campañas de reforestación.

El decreto se convirtió en festejo por herencia, aunque hay voces que reclaman lo injusto de celebrar. Otras, en cambio, se solazan con la posibilidad de que a los árboles se les dedique por lo menos un día del año para reforzar los cuidados en torno suyo.

Para Alfonso Ciprés, presidente del Movimiento Ecologista de México, la celebración es un absurdo, cuando en los pasados incendios forestales se perdieron cerca de un millón de ejemplares en los bosques...

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