¿Suena alarma desde el cielo?

Entre muchos sucesos inexplicables que se presentan en los momentos menos esperados, hay uno que, aparte de sorprendente, invita a reflexionar si realmente somos dueños de nuestra voluntad y destino.

Fue una noche lluviosa de junio, en aquella época que la música de Queen dominaba el gusto de muchos jóvenes.

José y Martín acordaron charlas sobre cinco aspectos de sus respectivas vidas: la familia, el deporte, la escuela, las novias y la religión.

Para no poner en entredicho la costumbre, la dotación de cigarros, refresco y ron ya estaban esperando en la casa de Martín, y a las 10 de la noche inició el desfile de anécdotas curiosas y sesudas reflexiones...

Del ámbito familiar aparecieron ciertas quejas comunes, en cuestiones del deportes no hubo duda de que el siguiente encuentro estaba prácticamente ganado, sobre la escuela bastó el denominador común de ¡qué hueva!

El capítulo sobre las novias del ayer y hoy consumió la mayor parte de la jornada, así como la botella de Havana y una cajetilla de los de vaquero; por supuesto que hubo evocación de esas tal vez escuálidas, aunque parecían reinas, amiguitas que tal vez hoy carguen el doble del peso.

Y llegó el insondable tema de la religión, pasadas las 3 de la mañana, cigarro entre dedos y con por supuesto que más de una cuba entre pecho y espalda.

Se aclaró todo y nada, brotaron dudas mil y de no ser por un ruido apenas perceptible entre los dimes y diretes, la discusión se habría prolongado hasta el alborada.

¿Y eso qué es?, se preguntaron mutuamente e instantes después cesó el ruido, para aparecer unos segundos adelante y así sucesivamente, interrumpiendo la charla, hasta que ambos decidieron indagar entre bromas de si aquello era un llamado de atención divino para dar fin a la maratónica tertulia.

Guiados por el oído, ambos llegaron al origen del ruido, provenía de un Niño Dios acostado sobre una canastilla de mimbre.

Por supuesto no se trataba de una figura que tuviera sonido integrado, sino que era una de esas de yeso que toman vigencia en la atención popular desde...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR