Subterráneo / Robo

El robo es, de todos los delitos, el más usual y frecuente. Es, también el que más ha crecido en los últimos años, sobre todo a partir de 1993, y es el único que en 1997 y 1998 no llegó a disminuir.

En 1996, último año del que se cuenta con todos los datos, fueron denunciados en la República 643 mil 705 robos. En conjunto representan el 42 por ciento del total de delitos conocidos, pero hay entidades en que la proporción es mayor, como Sinaloa, en que llega al 71 por ciento; nuestro DF, con el 63 por ciento o Guanajuato, con el 59.

En términos del número de robos por habitante, el Estado más peligroso es Baja California. Ese año se registraron ahí 2 mil 600 robos por cada cien mil personas. Lo sigue en importancia el Distrito Federal, con 1 mil 800. Luego Baja California Sur, con 1 mil 400 y Chihuahua y Quintana Roo, cada uno con mil.

Constantes

El robo, al igual que los demás delitos "de ganancia" -o sea aquellos que se traducen en una ganancia para su autor, como el fraude, el despojo y el abuso de confianza-, duplicaron su número entre 1993 y 1996. El primero de esos años sólo se denunciaron 312 mil 406 robos en el país. En ese entonces, representaron apenas el 31 por ciento del total de los delitos conocidos.

Aunque hay quienes quieren atribuirle a las insuficiencias de la ley el crecimiento delictivo y, en particular, a la reforma constitucional que se aprobó en 1993 exigiendo que se demostraran todos los elementos del tipo delictivo para dictar auto de formal prisión, es claro que la causa fundamental del aumento en la criminalidad ha de buscarse en la crisis de 1994-1995.

El hecho de que el robo sea el delito que se multiplicó más rápidamente basta para demostrar que la delincuencia creció por motivos económicos. El desempleo, la pérdida brutal en el valor adquisitivo del salario y el aumento generalizado de la pobreza fueron las razones centrales de que la criminalidad creciera -no motivos legales.

Confirma esta interpretación una circunstancia que afecta al robo de manera constante: no es la mera pobreza la que lleva a la gente a robar. Es decir: no es en las zonas pobres -o donde la mayoría lo es-, donde hay más robos. No es tampoco en las zonas donde la mayoría pertenece a la clase media o a las clases...

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