Subterráneo / ¿Qué pasa?

Segunda de dos partes

La seguridad pública muestra en grave deterioro, sobre todo en la capital. Se ejecuta a oficiales del Estado Mayor Presidencial. Un comando mata a un animador de televisión y una banda le roba armas de alto poder a la propia policía. Todo en sólo los últimos días.

Sin duda hay que hacer algo, pero para hacerlo bien hay que precisar primero a qué se debe el problema. Como es muy complejo, no admite una respuesta simple. Hay motivos económicos muy hondos -pérdida del valor adquisitivo en el salario, aumento del desempleo-, y muchos otros que nacen de la estructura social, mas también los hay que inciden directamente en el problema.

Ayer señalé dos de éstos últimos. El primero fue el apresurado y torpe desmantelamiento de la DFS, la antigua Dirección Federal de Seguridad, que al despedir a varios cientos de agentes promovió el nacimiento del crimen organizado.

El segundo ocurrió de manera paralela, también a mitad de los ochentas: el narcotráfico extendió sus acciones y de mero eslabón de enlace, empezó a transformarse en un organismo productor y a cultivar marihuana y amapola. Con ello tuvo acceso al gran dinero y, con él, tanto la necesidad como la posibilidad de infiltrar a algunos centros financieros -para el lavado del dinero-, y de corromper a autoridades civiles y militares de mayor jerarquía -en busca, claro, de protección.

Las dos corrientes se juntaron y el narco empezó a usar la mano de obra que le ofrecían las bandas que nacieron al desaparecer la DFS. Aparte de los "soldados" que el narco incorporó directamente a sus actividades como corredores o guardaespaldas, es muy posible que la parte más sólida de esta mancuerna criminal se estableciera en relación a los autos robados, que al menos en la frontera con Guatemala empezaron a pagarse no en efectivo, sino con droga.

Si llegan a resolverse los homicidios de Paco Stanley y de los militares del Estado Mayor, es muy probable que llegue a descubrirse que las bandas de hombres armados que cometieron esos crímenes tienen ese origen.

VACIOS

El rápido desenvolvimiento de las bandas y del narco fue posible, entre otras cosas, porque ocurrió en un vacío institucional.

Como a juicio de las autoridades el país era "seguro", durante varias décadas se...

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