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Subterráneo / Juego sucio

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Vincent

Es posible que Andrés Manuel López Obrador sea un hombre con muchas virtudes. Por desgracia la veracidad y la rectitud no se encuentran entre ellas y, cuando menos en lo que se refiere a la delincuencia, es tortuoso, marrullero, miente con el mayor descaro o le impone a los hechos una interpretación forzada o engañosa. Dicho con simpleza: no juega limpio.

No sé si lo que diga en relación a otros asuntos de gobierno no corresponda tampoco a la realidad, pero en relación al crimen en el DF no acababa de hacerse cargo del gobierno de la ciudad cuando ya andaba prometiendo imposibles o diciendo obvias falsedades.

En diciembre del año pasado, López Obrador juró que habría "cero impunidad" y hasta ahora la eficacia de la Procuraduría no ha crecido ni un punto porcentual. Poco después, a principios de enero, afirmó que en sólo 20 días la delincuencia se había reducido nada menos que 25 por ciento, la cuarta parte, en las delegaciones más delictivas, pero la gente ni lo notó. El 5 de febrero, al cumplir dos meses su administración, volvió a insistir en lo mismo, sólo que el triunfo comprendía ahora a toda la capital: los índices delictivos, dijo, habían disminuido en 15 por ciento.

Como las declaraciones del político tabasqueño no resultaron en aplausos, sino en puro pitorreo, mandó a la arena a uno de sus hombres, Leonel Godoy, con un mensaje que merece recordarse literalmente: "El asunto de las cifras -declaró el 22 de febrero-, no nos deben de servir a nadie (sic) para adoptar actitudes triunfalistas, pero tampoco para adoptar actitudes alarmistas".

Las risas no bastaron para disuadir a López Obrador de que siguiera tergiversando las cosas y el 23 de marzo, al cumplir 100 días su gobierno, volvió a las andadas y a insistir en que la delincuencia estaba bajando. Como también dio algunas cifras sólo consiguió que las risas se convirtieran en carcajadas, entre otros motivos porque no coincidían con las cifras oficiales y además -lo que fue el colmo-, porque no estaban ni siquiera bien hechas las sumas y las restas.

La experiencia no le sirvió de escarmiento y en abril anunció que pondría en marcha como de rayo 70 delegaciones territoriales. Días después se habían reducido a 50. Una semana más tarde ya...

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