Subterráneo / Irresponsabilidad manifiesta

Andrés Manuel anda en otra cosa. La ciudad puede ser la tierra de nadie, el caos, la parálisis y al jefe de gobierno le importa un cacahuate. El anda en sus cosas. Lo único que le preocupa es el distribuidor vial y si lo va a poder inaugurar o no el próximo día primero. Lo demás le tiene sin cuidado.

Desde el principio de su gobierno dejó en claro que no movería un dedo contra las marchas. El pretexto es que él respeta cabalmente la libertad de expresión y aunque se trate de claros y francos actos delictivos que dañan a toda la ciudad, perjudican al comercio y le imponen todo tipo de molestias a la población, no iba a hacer nada para impedir que tribus de vándalos tomen calles, plazas y avenidas dizque para protestar por su situación laboral, porque subió el precio de las zanahorias en el norte de Irlanda o por cualquier otra cosa.

Lo de la libertad de expresión es, por supuesto, puro cuento. Si en verdad fuera López Obrador tan respetuoso de los derechos entendería que el derecho de uno termina donde empieza el derecho del otro. La Constitución no señala que la libertad de expresión -suponiendo que las marchas se traten de eso-, sea un derecho jerárquicamente superior a la libertad de tránsito. Uno y otro merecen ser defendidos y respetados y cuando entran en conflicto debe buscarse la manera de que ambos puedan ser ejercidos.

A mi manera de ver el demagogo tabasqueño no hace nada para que la ciudad sea habitable por dos motivos complementarios. El primero tiene que ver con su historia personal: inició su carrera como líder político precisamente bloqueando carreteras y tomando pozos petroleros y, según parece, todavía no ha llegado al grado en que esté dispuesto a negarse a sí mismo.

El segundo es más complejo y para entenderlo es necesario admitir lo evidente: las marchas no pretenden protestar por nada, su propósito expreso y obvio es desestabilizar la ciudad y hundirla en el caos. No es que las marchas, por su naturaleza, impidan el tránsito. No. Se las hace expresa y deliberadamente para eso. Tan expresamente como anteayer se intentó bloquear a la Bolsa de Valores para impedir sus funciones y perjudicar la economía.

Ahora, si todos lo sabemos y el propio López Obrador ha llegado a decirlo ¿por qué no hace nada para evitarlo?

PROVOCACIONES

Es muy posible que la respuesta tenga también que ser doble. Por un lado el jefe de gobierno no está dispuesto a reprimir a las manifestaciones porque no quiere meterse en camisa de once varas. En los...

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