Subterráneo / El espinoso caso de Espinosa

Si se tratara de lucha libre y en una esquina estuviera Samuel del Villar y en la otra Oscar Espinosa Villarreal, los momios estarían tres a uno a favor del segundo.

Y digo tres a uno porque hay tres razones por las que el procurador perderá la lucha ante el ex regente. La primera es que el caso está mal planteado: el peculado de 420 millones de que se acusa a Espinosa está detenido con alfileres y cualquier testereón puede acabar con él. La segunda es que del Villar tiene una larga historia de derrotas: aunque presuma de forzudo, lo cierto que es ha perdido todos los casos importantes que ha iniciado. Y la tercera es que ya no tiene sentido ganarle a Espinosa.

Esto último es de lo más evidente. Las acciones iniciadas en contra del ex regente respondían a motivos puramente electoreros. Confirmando que en la Procuraduría perredista la justicia está al servicio de las necesidades políticas, se difundió el proceso contra Espinosa en plena campaña política y con el obvio propósito de dañar a los candidatos priístas todo lo que se pudiera. El daño está hecho, así que ya no tiene mucho sentido seguir con el enredo, y menos ahora cuando ya no se trata de un juicio político, sino de un simple caso penal.

COLA QUE LE PISEN

Oscar Espinosa Villarreal tiene una cola muy larga que le pisen. Las irregularidades, los quebrantos financieros y los malos manejos económicos parecen perseguirlo como plaga, y tanto que los 420 millones de pesos que se gastó en quedar bien con los medios es quizá lo de menos.

Tal vez sea necesario empezar destacando que el ex regente es de una honorabilidad intachable y no tiene por qué tomar un peso que no le pertenezca. Según ha declarado, hizo toda su fortuna antes de iniciar su carrera política, cuando era muy joven. A los 24 ya andaba de priísta de tiempo completo, pero en los tres años anteriores se dio el tiempo y la maña para hacerse de los 14 millones 900 mil pesos a los que asciende su patrimonio. En solo tres años logró lo que mucha gente no consigue en toda la vida.

Si se descuenta ese prodigio, Espinosa alcanzó su mayor logró cuando dirigía la Nacional Financiera: consiguió imponerle un quebranto por valor de 20 mil 918 millones de pesos que, según lo documentó Martín Werner...

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