Subterráneo / Quien nada debe...

No sé si sería inocencia o de plano bobaliconería creer que las manifestaciones de protesta se llevan al cabo para resolver algún problema. No es así. Nadie cree -a no ser alguno que otro manifestante despistado-, que se trate de otra cosa que armar alboroto, crear escándalo e imponerle molestias a la población. Las manifestaciones son para eso: para desordenar la vida urbana y molestar a todo mundo, nada más.

Y no sé si sería simple bobaliconería o franca idiotez insistir en explicar las manifestaciones como algo que nace por generación espontánea, pero todavía hay quienes creen que un problema y la necesidad de enterar y presionar a las autoridades para que lo resuelvan, bastan para poner a marcha por calles y avenidas a varios miles de personas.

Y resulta que tampoco es así. A no ser por esas desairadas protestas en que tres o cuatro gatos protestan por algún problema ecológico o por alguna violación a los derechos humanos, las manifestaciones de protesta no tienen nada de espontáneas. Surgen porque alguien las convoca, las promueve, las organiza y las paga.

La manifestación de maestros que desquició la ciudad hace días no servía al propósito de mejorar los sueldos del magisterio. Ese era apenas el pretexto. El verdadero propósito de la manifestación era decirle a las autoridades panistas de la Secretaría de Educación que no le sigan buscando problemas al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación. Mejoren un poco los sueldos y dejen todo lo demás como está. Si quieren acabar con privilegios o barrer con corrupciones crearemos más dificultades. Aunque no fuera visible a simple vista, el mensaje llevaba el sello del PRI.

En cambio los líos y borlotes que escenificaron ayer los dizque simpatizantes de Rosario Robles frente a la Contraloría General del DF, llevaban claro y luminoso el sello del PRD. La simpatía, por supuesto, era comprada. Alguien les pagó para que fueran a gritar y, ya comprados,

vieron la oportunidad de excederse tratando de agarrar a golpes al panista Walter Widmer -que estaba ahí para ratificar la acusación por malos manejos presupuestales en contra de Robles-, y a reporteros y camarógrafos de Radio Red y TV Azteca que querían cubrir el suceso...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR