Subterráneo / De la basura a la sangre

Hace diez días me ocupé en esta columna del problema de la basura en Cuernavaca, ciudad que desde el último día de septiembre es un tiradero a cielo abierto. Aunque hay casos en los que se ha empezado a retirar la basura, todavía es excepcional que suceda. A no ser por las colonias de lujo, en las demás se sigue acumulando. Hay vecinos que han tomado la precaución de regar sus contenedores y basureros con cal viva, pero en la mayor parte, los animales ya despanzurraron las bolsas y la basura llega hasta mitad de la calle. Las moscas traen un feliz jolgorio y los olores son nauseabundos.

El problema, al menos por ahora, es de ineptitud. De ineptitud política porque al organizar la transición, los del nuevo gobierno morelense se olvidaron de tocar el tema de la basura y los del gobierno saliente les dejaron en las manos la papa caliente -o más bien apestosa- y se desentendieron del problema. Estaba bien clarito que la gente de Metepec y Temixco ya no quería servir de basurero del Estado y en el tiradero de Tetlama ya no cabía ni un kilo más de basura. Sólo que era año de elecciones y los panistas salientes, para quedar bien con su partido, consiguieron establecer el acuerdo -nadie sabe con qué oscuras compensaciones de por medio-, que lo de la basura siguiera igual hasta la llegada del nuevo gobierno. Y nada más Marco Antonio Adame rindió su protesta cuando la basura empezó a acumularse.

Hay en todo esto aspectos muy poco limpios, y no sólo porque se trate de basura, sino porque hay torcidos intereses de por medio. Ahí tiene usted al patético ex alcalde de Cuernavaca, un tal Adrián Rivera Pérez, que a sabiendas de que el problema terminaría por estallar, se fue muy contento a su campaña y hoy anda presumiendo su nuevo cargo de senador por Morelos, mientras le ruega al Senado de la República que tome un punto de acuerdo para que aprueben 300 millones de pesos a fin de que la Federación construya en Morelos algunos rellenos sanitarios.

LO GRAVE Y LO PEOR

Si la ineptitud de los políticos morelenses es un grave problema, las consecuencias todavía son peores porque la basura acumulada amenaza con transformarse en sangre.

Ya hay calles en Cuernavaca en que los vecinos están...

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