Zona Submetropolitana / Tranquilo viejo... tranquilo

Así decía mi abuelo, que era sabio, cuando a alguien se le subían las hormonas y empezaba a ponerse inquieto. Y así, justamente, creo que deberíamos ponernos todos, tranquilos frente a lo que está sucediendo en el país.

El lunes pasado tuve una reunión con colegas muy cercanos a las altas esferas del poder económico y político y todos coincidían en su preocupación por lo que está ocurriendo: "es grave y pase lo que pase, una cosa sí debe quedarnos clara: López Obrador va a transformar al país".

No podemos obviar las crisis políticas que se han tenido a lo largo de la historia reciente de la nación y de los agravios perpetrados en contra de todos nosotros, por una serie de gobiernos corruptos, clientelares, abusivos y dedicados en cuerpo y alma en lucrar con la política y la economía nacional.

Durante muchos de esos años el PAN jugó el juego de ser una "oposición dócil", que se circunscribía a los mandatos de los dueños del balón. No fueron pocas las ocasiones en que el PAN ganó diversos puestos públicos como senadurías, diputaciones, presidencias municipales y hasta gubernaturas, de las cuales eran despojados bajos las miles de triquiñuelas preparadas ex profeso por los priistas en el poder y los panistas agachaban la cabeza y aceptaban el trueque.

Un claro ejemplo fue la derrota del PRI en 1988 y los mecanismos que utilizó para anular las aspiraciones del Frente Democrático Nacional encabezado, en ese momento, por Cuauhtémoc Cárdenas y que dio origen al PRD.

Las negociaciones entre el PRI y los destacados panistas representados por Diego Fernández de Cevallos fueron obvias y se inició una serie de "Concertacesiones", para empezar a abrirles el campo a la clase política panista que siguió jugando su papel de comparsa opositora, pero ya adueñada de una parte del jugoso pastel que es la empresa México S.A.

Desde 1982 México ha seguido a pie juntillas las reglas neoliberales para "modernizar" (según el BID y el Banco Mundial) al país de acuerdo a las normas internacionales impuestas por el capitalismo yanqui. Desde entonces, la relación entre la economía y la política fortaleció su mutua interdependencia (que ya era grande) y la plutocracia nacional (banqueros, empresarios, etc.) no hicieron sino imponer sus nuevas condiciones para apoyar a los gobiernos en turno.

DEL TERCIOPELO AL CÁÑAMO

Decía mi querido amigo don Pablo Téllez, líder de los Tiraderos de Basura de Santa Fe parte Alta, al preguntarle entre el poder político y el económico cual...

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