Zona submetropolitana / Circo Volador: Culto Joven 2008

Hace 10 años mi estimado amigo Alejandro Aura, estuvo con nosotros en la inauguración del Centro de Arte y Cultura Circo Volador, allá frente al Metro la Viga.

Unas semanas antes de eso nos habíamos reunido en sus oficinas de lo que fue el primer Instituto de Cultura de la Ciudad y me dijo: "Oye, ¿porqué no volvemos el Circo Volador en un programa del primer gobierno democrático de la ciudad?". Yo, simplemente le respondí: "No seas gacho... tú quieres matarlo... tú sabes lo que pasa con los proyectos que se vuelven institucionales".

Fue entonces cuando con él nos sentamos a diseñar una estrategia, que sigue hasta la fecha, conocida como los "Faros" (Fábrica de Artes y Oficios) instalando su primera sede en el Oriente, allá muy cerca de lo que fueron los antiguos tiraderos de Santa Cruz Meyehualco. Y el primer equipo de trabajo que se incorporó para echar a andar ese lugar, fue seleccionado entre la gente que entonces trabajaba en Circo Volador.

Hoy diez años después, el Faro sigue vigente con muchos altibajos. A veces bien, a veces muy mal, pero ninguno de los chavos de Circo Volador que arrancaron el proyecto original sigue trabajando ahí.

¿Qué fue lo que pasó?, ¿acaso fue un vaticinio de lo que yo creía y sigo creyendo actualmente de lo que pasa con las políticas públicas?, ¿realmente son tan ineficientes?

Hasta el año 2020 será cuando más jóvenes existan en toda la historia de este país si se mantienen las actuales tendencias demográficas y el rumbo político y económico de la nación y su proyección internacional estará en sus manos.

Pese a ello, las políticas públicas para su atención han sido erráticas, fortuitas, descoordinadas o, cuando no, de plano inexistentes.

Es innegable que hay un costo político, económico y social, causa-efecto, de las políticas públicas que de manera irresponsable o cortas de visión terminan por darle la espalda al futuro más preciado que tiene nuestro país: su juventud; y al tiempo pareciera interminable esta perversión que irremediablemente se transforma en el fracaso colectivo de la sociedad en su conjunto y que, por ende, provoca el rumbo catastrófico de la nación.

Esta limitada visión de estado ha terminado por revertirse con las consecuencias que hoy todos conocemos: violencia, desempleo, frustración y una desesperanza generalizada de lo que es ser joven hoy en día.

LA MISIÓN DE CIRCO VOLADOR

El Circo Volador no es una invención casual. Parte de un sólido trabajo de investigación social aplicada que ha...

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