Stoppard en versión de cámara

AutorVera Milarka

Un Hamlet visto de perfil o la mirada sesgada de dos personajes secundarios. Rosencrantz y Guildenstern están destinados a morir pese a sí mismos, según la visión de Tom Stoppard (Checoslovaquia, 1937), un clásico de la dramaturgia mundial contemporánea que se presenta a manera de teatro de cámara en la CasAzul.

Rosencrantz y Guildenstern han muerto, la obra que hizo trascender a Sttopard, le dio ocasión de hablar no sólo sobre los gajes del destino, sino sobre los vericuetos del oficio artístico.

Aprovechando la magnífica casa ubicada en Avenida México 200, en la Condesa, el director del montaje, Carlos Corona, propone al público un recorrido por sus diferentes espacios, donde ha instalado escenas y asuntos dramáticos.

Rosencrantz y Guildenstern, amigos de Hamlet, son llamados para descubrir las aflicciones del atribulado príncipe de Dinamarca, sumido en la melancolía por el entronamiento perverso de su tío, quien asesinara a su padre. La apuesta del montaje no podía ser más sencilla y al mismo tiempo más eficiente. El público, a quien se le explica en la entrada cuál es la dinámica, se transporta de un lugar a otro para husmear la intimidad de quienes actúan "sin la noción" de que alguien los ve.

El elenco entrenado para subvertir el espacio teatral convencional está integrado por Francisco Barreiro (Guildenstern), José Carriedo (Fortimbrás), Sonia Couoh (Gertrudis/Ofelia), Haydeé Leyva (Rosencrantz) y Roldán Ramírez (Hamlet), entre otros.

La unidad actoral, logro fundamental de Corona, no obstante da lugar a algunas actuaciones más elaboradas y con mayor relieve, como es el caso de Haydeé Leyva, que hace un Rosencrantz que trashuma de género a discreción, dándole una vitalidad adicional al personaje que se asume como "patiño" de Guildenstern.

El esfuerzo del colectivo que manifiesta con orgullo ser productor de este montaje, lo que conlleva haber diseñado su atrezzo y vestuario además de hacerse cargo del aforo de las habitaciones de la vieja casona, no es estrictamente el aporte más importante del grupo, pero se reconoce el empeño. Recordemos tan sólo a Blas Braidot dando temporada con los actores fundadores de El Galpón en una casa de la colonia...

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