Spring Breakers: Turismo sin control
| Autor | Alicia Boy |
La primavera trae consigo el caos de miles de hormonas que se fusionan a la libertad del anonimato y el alcohol, este fenómeno se resume en dos palabras: spring break.
En Cancún ya se empiezan a ver los rastros de su llegada, este año se esperan por lo menos 50 mil estudiantes, cifra que podría parecer significativa pero que en realidad ha disminuido, pues de acuerdo con la Oficina de Visitantes y Convenciones, en el 2001 llegaron 75 mil jóvenes y en el 2000 fueron 95 mil.
La derrama económica que dejarán los spring breakers no será como en otros años, debido a los hechos ocurridos el 11 de septiembre en Nueva York, pero podría ser de 17 millones de dólares, ya que de acuerdo con un estudio realizado por el Instituto de Investigaciones Turísticas de la Universidad La Salle de Cancún, los jóvenes gastan durante esta temporada unos 340 dólares.
A pesar de aportar un importante flujo económico por el volumen de gente que llega en marzo y abril, se recibe un gasto medio menor, ya que el anual por persona es de 420 dólares en la zona.
"No obstante, es un alivio para algunos hoteleros, porque es cuando baja el flujo de turistas, el principal inconveniente es que el destino abarata el precio y los cuartos se rentan con base en ocupación triple o cuádruple", dijo Marisol Vanegas, directora de Postgrado, Investigación y Educación Turística de la Universidad La Salle Cancún.
Para los hoteleros, éste es el momento de recuperarse de la temporada baja que trae el fin del invierno, garantizando así la ocupación de su hotel.
Cada año los reportes sobre accidentes ocasionados por los spring breakers va en aumento, la combinación del alcohol con la euforia hace que algunos de ellos avienten por las ventanas televisores, colchones y lo que encuentran a su paso, sin contar los boquetes en puertas y muros.
Sin embargo, los hoteleros se protegen, ya que al momento de registrarlos les piden el pago de una "fianza", como le llaman a un depósito que el año pasado fue en promedio de 120 dólares; otros piden una tarjeta de crédito internacional o un seguro de responsabilidad civil que cubra cualquier gasto que ocasionen.
"Yo creo que no porque sean jóvenes no son rentables, como son universitarios vienen a divertirse, pero la situación de desorden se da cuando llegan en condiciones inadecuadas y algo tomados, por imprudencia rompen alguna puerta, y eso se les cobra, siempre tienen un seguro o un depósito para pagar", aseguró Ricardo Ballesteros, subdirector del...
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