Spa natural en las alturas

AutorFlorencia Podestá

Los viajeros de otras naciones, con su propia cultura e intereses particulares, a veces pueden ayudarnos a descubrir maravillas de nuestro país de las que poco o nada sabíamos.

Esto me sucedió hace unos meses, cuando por casualidad conocí a un grupo grande de japoneses que andaba de paso por Ciudad de México.

Dijeron que viniveron exclusivamente para visitar las aguas termales de Los Azufres.

Entonces me enteré de que en Japón, país de una gran tradición en el uso de los baños termales, se considera que este lugar en Michoacán tiene uno de los manantiales más beneficiosos para la salud en el mundo.

Ubicado en una de las regiones más bellas del Estado de Michoacán, el Parque Nacional Los Azufres tiene una extensión de mil 320 km2, y su altitud varía entre los 2 mil 950 y 3 mil 200 metros sobre el nivel del mar.

Desde la ruta que va a Maravatío tomamos una desviación, un camino que asciende los cerros. A medida que ganamos altura, el bosque se vuelve más denso. Pinos, robles, cedros y oyameles forman una foresta como de cuento de hadas.

En distintos puntos de la ruta sorprenden espectaculares fumarolas de vapor con olor a azufre.

Junto a un géiser de gran tamaño, aparece la Laguna Verde, cuyas aguas hirvientes tienen un color turquesa casi fluorescente, como un gran caldero prodigioso.

Este fenómeno natural del agua que emerge a altísimas temperaturas desde las entrañas de la tierra se aprovecha de dos maneras en Los Azufres: por un lado, una planta geotermoeléctrica obtiene electricidad de algunos de los géiseres; por el otro, desde tiempos antiguos estos surgimientos se han aprovechado por sus notables propiedades curativas.

Y como solía ocurrir en los tiempos antiguos, las aguas curativas eran también sagradas.

Allí los reyes y gobernantes purépechas practicaban rituales de purificación del cuerpo y del alma, se conectaban con la energía de la tierra, sanaban sus problemas de salud, tomaban decisiones importantes y gozaban de tertulias sociales.

Casi el mismo uso, acaso un poco más profano, es el que le dan los michoacanos contemporáneos y los visitantes afortunados que descubren el secreto.

Balnearios chic

La ruta guarda varias sorpresas. Inesperadamente, a la derecha se abre una espectacular laguna color jade de gran tamaño enmarcada por el bosque. Escenario ideal para un picnic.

Aunque la temperatura del agua aquí es muy fría como para nadar, a pocos metros existen dos albercas de agua termal cristalina que fluye desde el subsuelo. Allí...

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