Sotto Voce / El camino del infierno...

AutorLázaro Azar

Las opciones operísticas que recién hemos presenciado, así como el anuncio de la que el INBA ya mandó al limbo, me recuerdan sendos dichos que nos vienen "como anillo al dedo". El primero reza que "el camino del infierno, está plagado de buenas intenciones" y vino a colación hace un par de semanas cuando parecía que, para hacerle contrapeso a otra sobadísima versión más de La Bohème -presentada en el Auditorio Nacional y de la cual hui antes de que concluyera-, tendríamos la oportunidad de presenciar Anita, de Melesio Morales.

El recuerdo de cuando se cantaron extractos de esta ópera hace más de una década, tanto en la Sala Neza como en el Palacio de Bellas Artes, me animó a asistir al Teatro de la Ciudad. ¡Oh decepción! Si ahora la parte musical fue lamentable, la paupérrima puesta cuya "escenificación" firmó Erwin Veytia no se quedó atrás.

No hallo eufemismo aplicable para nombrar los huacales que fungieron como escenografía ni qué decir de las jergas de las que debieron sacar el vestuario, que no alcanzó para todos. Ni en "Gangsters contra charros" se hubiera atrevido Juan Orol a meter un coro que hacía como que marchaba mientras hacía como que cantaba... portando el uniforme de la Marina Armada de México.

Cuán penoso fue constatar que todos "hacían como que hacían", sin cumplir cabalmente aquello por lo cual figuraban en el programa. Ni los cantantes cantaban, ni la orquesta -también de la Marina- tocaba. Unos gemían, otros ahí medio desempolvaban sus instrumentos, dicen que parte de los cantantes eran alumnos del Conservatorio y algunos, profesionales. Imposible identificar quiénes eran peores.

En cuanto a quienes hacían borlote en el foso, supongo que se las vieron negras tratando de tocar algo que no fuera el Himno Nacional, que espero ese sí se sepan bien. Por lo pronto, los compases de la partitura de Nunó que aquí figuran fueron omitidos "por respeto a la ley". En las ocasiones anteriores que Anita fue puesta a la consideración del público, nadie...

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