Sostienen un rol a la Irvine Welsh

AutorOliver Zazueta

GUADALAJARA.- "No sé si ustedes sean lectores, seguramente vieron Trainspotting y están aquí, sentencia Guillermo Fadanelli, quien con gafas oscuras, sombrero negro de cazador y enredado con los audífonos del traductor fue el animador de una cita cuyo invitado era Irvine Welsh.

El motivo, hablar de quienes habitan los libros del escocés: el sexo, los junkies, el rock, los personajes marginales, seres al borde del sistema que no surgen de la imaginación, en la charla "Dando el Rol con Welsh.

La asistencia superó la capacidad del Salón 1 de la FIL donde fue la presentación. Decenas de jóvenes escucharon de pie el diálogo en el que la insolencia de Fadanelli contrastaba con los pensamientos estructurados de un Welsh, que quiso dejar en claro sus ideas sobre diversos tópicos.

"¿El sexo? Oh, ha pasado mucho tiempo, como tres días, bromeó el autor de Acid House, quien aseguró que para el desarrollo de sus personajes es muy importante tener claro el sentido de su sexualidad.

Para él, las drogas, uno de los torbellinos sobre los que giran sus historias, son un tema que no puede estar disociado de la lógica económica de un sistema que arroja seres marginales a la sociedad. Sus mayores recursos narrativos, procedían de su propio consumo de sustancias y las experiencias que tenía en sus "viajes.

Criado en una familia de clase trabajadora, estuvo en contacto con criminales, vendedores de drogas y otros personajes de la subcultura británica.

"Tiene que ver con la necesidad económica y...

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