Sorprenden a Brasil estallidos sociales

AutorAlberto Armendáriz

Corresponsal

RÍO DE JANEIRO.- Los eventos violentos en Brasil nada tienen que ver con la imagen que quería dar a horas de iniciar la Copa Confederaciones y a un año de ser sede del Mundial de Futbol.

La convulsión social de la última semana sorprendió tanto al Gobierno de la Presidenta Dilma Rousseff como a los propios brasileños, un pueblo poco inclinado a las grandes protestas violentas.

Pero evidenció la insatisfacción de la sociedad en un país que, pese a sus avances, aún está aquejado por la desigualdad, la falta de infraestructura y servicios públicos adecuados y la corrupción.

Ayer, el flamante estadio de Brasilia lució envuelto en una columna de humo proveniente de neumáticos quemados, mientras que manifestantes cuestionaban: "¿El Mundial para quién?".

Además, hubo más de 200 detenidos y un centenar de heridos por la represión policial el jueves en Sao Paulo de una protesta por el aumento de las tarifas de transporte.

Las protestas ocurren cuando Brasil está frustrado por su crecimiento económico -2.5 por ciento este año-, enfrenta una creciente inflación -6.5 por ciento en los últimos 12 meses-, y teme más desempleo -5.5 por ciento en 2012-.

Pero también llegan justo cuando el país se apresta para el comienzo hoy de la Copa Confederaciones, que ocurre en Brasilia, Río de Janeiro, Belo Horizonte, Salvador, Recife y Fortaleza.

"Queremos un mejor uso del dinero público, mayor participación política y decidir nuestro destino", dijo a EL NORTE Lucas Monteiro, de 29 años, profesor de secundaria.

Monteiro es uno de los líderes del movimiento social Pase Libre, que organizó las protestas en Sao Paulo contra el alza de las tarifas de transporte.

El aumento no fue sustancial -de...

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