Escrutinio/ Soraya, la Ciudad y los Perros

AutorSergio Lujambio

A primer golpe de vista con el título de esta columna podría pensarse que habré de trenzar forzadamente una novela de Vargas Llosa con el tema de la medalla de oro de nuestra coterránea Soraya en halterofilia. No va por ahí la cosa. A mí lo que me preocupa es mi ciudad, Naucalpan. Me preocupan muchas cosas de ella pero en particular en estos días he estado reflexionando sobre el asunto del deporte en mi ciudad, en mi Estado, en mi país.

Años atrás, un hermano mío fue convocado a la selección nacional de volibol. El y uno de sus mejores amigos tenían aptitudes extraordinarias para ese deporte. Picaban el balón fortísimo y eran muy ágiles, a pesar de que uno de ellos, mi hermano, era (y es) muy alto. Acudieron a unas instalaciones del Comité Olímpico Mexicano a entrenarse y prepararse, llevados de la mano del profesor de Educación Física del colegio donde estudiábamos, que habiendo sido un fanático volibolista, veía en ellos aptitudes naturales. No duraron ni un par de meses. Acabaron hartos de tener que desplazarse tan lejos de donde vivían, siendo dos adolescentes, a enfrentarse con el rechazo del entonces entrenador nacional y de los propios "compañeros", que declaraban confesamente que no cumplían la edad reglamentaria para la división a la que accedían (cachirules, en mexicano moderno), que recibían becas y que éstas a fin de cuentas eran su modo de vida, así que o se largaban o los "iban a madrear" (dulce expresión que vaticina una mega-golpiza). Así las cosas en los setentas. Por supuesto no ganaron medalla alguna aquella pandilla, y a saber, tampoco ha logrado nada nuestra selección de esa materia en años subsecuentes en olimpíada alguna. ¿Seguirá siendo igual?.

Por otra parte observo a los discípulos de las acuáticas de Don Nelson Vargas. Se matan por conciliar sus estudios con el entrenamiento de alto rendimiento, y a fin de cuentas, del "Tibio" Muñoz para acá, poco hemos conseguido como nación en materia de natación, a pesar de los esfuerzos particulares de un particular de las piscinas (Don Nelson) y los alumnos que a fin de cuentas sufragan estudio, transportación, diversión, convivencia familiar y de amigos además de su presencia en las acuáticas, por su cuenta, y sin conseguir los tiempos, que son ya fracciones de segundo, requeridos para entrar al "medallero". Conozco amigos de mis hijos en esa situación. Hace días, mi propio hijo mayor que corre como una gacela de forma natural, porque cuando no está en un pupitre está cara a...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR