Sólo 26% de mujeres son ejidatarias

SANTIAGO SUCHILQUITONGO, Oax., marzo 3 (EL UNIVERSAL).- Minerva trabaja la tierra. Así lo ha hecho por más de 20 años, ya que sus hermanos decidieron migrar y abandonaron los terrenos de su padre. Por eso durante 12 horas diarias Minerva se ocupa de que en esas parcelas crezca tomate, alfalfa y amaranto. Las hace producir, pero no son suyas ni tiene derechos sobre ellas. No los tiene porque en México la tierra no es de las mujeres.

Los datos del Registro Nacional Agrario (RAN) así lo indican. Del padrón de 4.9 millones de personas que poseen núcleos agrarios en todo el país, más de 3.6 millones son hombres y sólo un millón 304 mil son mujeres, lo que representa 26.3% del total. En otras palabras, de cada 10 personas con derechos sobre la tierra, ni siquiera tres son mujeres.

Lo anterior es grave si se considera que 51% del territorio nacional es de propiedad social y sus beneficiarios están contenidos en ese padrón.

En Santiago Suchilquitongo, el municipio de Minerva, existen tres tipos de tierras, las comunales, que pertenecen a un grupo de personas que decide su forma de explotación; las ejidales: de uso colectivo y que son del municipio, y la pequeña propiedad, que pertenecen a particulares. En cualquiera de las tres, pocas mujeres deciden cómo utilizarlas.

Minerva Cruz Vásquez es una excepción. Tiene 40 años y ha pasado más de media vida entre surcos y semillas. Tuvo que decidir entre continuar estudiando o hacerse cargo de su casa, optó por lo segundo. Desde entonces también cuida de su madre, de 83 años, y de su padre, de 93. Fue él quien en los 50 adquirió en pagos una extensión de tierras ejidales, que fue ampliando con terrenos comunales hasta hacerse dueño de una hectárea. Luego, ese patrimonio lo dividió en nueve pedazos: uno para cada uno de sus hijos varones.

"En esos tiempos sólo podían tener los hombres. Los documentos sólo salían a nombre de mi papá", recuerda Minerva, quien participa en una sociedad de riego de 25 integrantes, en su mayoría hombres, que funciona bajo un sistema de servicio comunitario.

Vulnerables ante derechos agrarios

Para Anabel López Sánchez, extitular del entonces Instituto de la Mujer Oaxaqueña, la negación de derechos agrarios a las mujeres debe entenderse como una "desigualdad estructural abismal". Algo que no es distinto a lo que pasa en la vivienda, ya que sólo tres de cada 10 son dueñas del hogar que habitan.

"El derecho de las mujeres sobre los bienes sigue siendo un gran pendiente, no tienen...

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