La sobrina sin remedio / El último día de mi vida

Les cuento que la semana pasada viví una experiencia grandiosa, un día me pusieron un reto, yo tenía que imaginar que ese sería el último día de mi vida, la verdad que fue algo difícil porque nadie quiere pensar que te vas a morir aunque sea una realidad, pero al final actué y lo cumplí.

Para empezar mi día, me levante y fui a la azotea para contemplar la bella mañana fría en CDMX, y dar gracias por todo lo que había recibido en mi vida, por las cosas buenas y por las malas, por los grandes momentos y por los que te deprimen y te hacen mas fuerte, por todos mis compañeros de vida, amigos y seres queridos, por esos hermosos recuerdos y las horribles peleas, decepciones, y hasta las noches que he llorado por problemas que yo misma me he generado, así es, agradecí al universo por todo ya que al final del día gracias a esas experiencias es que yo soy como soy. La vida te va forjando de una forma inigualable.

Después fui al gimnasio y como siempre alegremente entrené con mucha dedicación, luego de llegar a mi casa y comer, me di un tiempo para escribir mis sentimientos a todos y cada una de las personas importantes en mi vida, cada mensaje era meticuloso y con las palabras adecuadas para poder expresar lo que sentía para cada uno. Fue tan grata la sorpresa, por que realmente no pensé que todos ellos me contestarían de la misma manera; a veces nosotros mismos pensamos que no tenemos a nadie en la vida, pero ese día me di cuenta de que no es así, a todos a los que les escribí me respondieron afectuosamente, bueno todos menos una persona, mi hermana Kassia.

Y es que a decir verdad yo aún no me siento preparada para hablar con mis papás por teléfono, creo que me expreso mucho mejor escribiendo, por que realmente me gusta mucho escribir, era una actividad que tenía en secundaria pero que deje de complacerme, por otras obligaciones que tenía. Por cosas de la vida me ofrecen publicarme en el periódico Metro y fue ahí que resurgió esta pasión por la escritura, por eso es que me siento más poderosa si les escribo un mensaje a mis padres o de otra forma, pararme frente a ellos y hablar y recibir lo que tenga que recibir, pero no por teléfono, eso se me hace muy inapropiado.

Fue muy doloroso para mi, ver que a mi hermana no le importo el mensaje de WhatsApp y me dejo en "visto", pero eso no me deprimió y seguí adelante. Al día siguiente me vuelven a encargar la tarea de imaginar "tu último día de vida" y tenía que llamarle a 3 personas importantes, así que...

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