La sobrina sin remedio / El patio trasero

AutorMelody Petite

Espero que no se les haya hecho muy larga la espera, a veces creo que es muy poco espacio para platicarles todo lo que quiero, así que resumo lo más que puedo las historias para que logren entenderlas.

Nos quedamos en por qué yo no consumo el producto mexicano. Yo no soy malinchista, pero la verdad es que le he dado la oportunidad a muchos mexicanos, tanto por placer como por oficio, siendo @ElGran_Erick el mejor producto que he encontrado. Tal vez es que él ya se ha moldeado a mi forma y sabe muy bien qué es lo que quiero, pero cuando recién me conoció no sabía mis gustos, además de que pasó mi prueba de fuego. Mi historia resumida es la siguiente: desde los 14 años me masturbo de forma clitorial. Siempre intentaba pegar mi botoncito mágico en cualquier esquina para sentir rico y así empecé a conocer los inicios de mis orgasmos. Luego intenté controlar mis instintos sexuales hasta el matrimonio, como piensan todas las niñas bien... -jajajaja-. Pero me di cuenta de que yo no soy una niña bien, jajajaja, y antes de los 17 perdí mi virginidad con René. De ahí, la lista es algo larga, porque fueron 11 hombres más, en menos de 6 meses, de diferentes edades, siempre más grandes que yo.

Todos y cada uno me duraban 5 minutos en la cama pues, a decir verdad, yo soy muy "perra"... y de las malas. La prueba de fuego es que soy súper exigente. Yo voy a lo directo y les digo que lo único que quiero es sexo, un muy buen sexo; en aquellos años yo no tenía un punto de referencia en cuanto a la medida de la verga, pero sí buscaba que fueran bonitas, limpias, que olieran rico, que no estuvieran tan peludas para yo poder disfrutar de su mástil erecto dentro de mi boca degustando cada centímetro de su tersa y venosa hombría.

En realidad no sé si eso es algo que les asuste de mí, que tengan miedo de no cumplir con las expectativas de una niña golosa (porque en ese tiempo yo era menor de edad y todos lo sabían y ahora sigo pareciendo menor de edad, pero no se asusten, ya soy legal en todas partes). Pero qué les puedo decir... me acostumbré a pedir lo mejor, lo que me merezco ... y esto lo hice desde la mala experiencia que tuve con René cuando perdí mi virginidad. Recuerdo que me preguntaba ¿¿¡¡cómo es posible que sea tan malo el sexo, si lo que veo en las películas y lo que yo me hago a mí misma es riquísimo!!??" No lograba entender qué pasaba. Por un momento llegué a creer que yo escogía mal a los chicos con los que me iba a acostar.

Doce hombres, por la vara...

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