La sobrina sin remedio / Guarrísima

AutorMelody Petite

Recuerdan que les platiqué el año pasado, jajajja, bueno no ha pasado tanto tiempo, hace como unas 3 columnas, les conté sobre que yo comencé a masturbarme a muy temprana edad al encontrar una de esas revistas de dibujos para adultos... El día de hoy me gustaría continuar con esas patologías mentales.

Un día me encontré en el canal Golden, una película obviamente para adultos, en la cual la protagonista era una chica súper linda que estaba casada y vivía relativamente bien, vaya por que tenía una buena economía, casa grande, carro, lujos y su esposo era algo así como abogado (bueno, no recuerdo muy bien el oficio de él, pero aparecía con traje siempre), sin embargo su marido no le ponía mucha atención, y mucho menos en la cama, entonces un día ella fue a la carnicería y para no hacerles el cuento largo, ella vio al carnicero cogiendo con una señora, pero ¿saben? Esa escena era como más pasional y ... cómo explicarlo... el sexo era más sucio, más lujurioso, pecaminoso, así como más guarro, ñero ¿si me explico?

No sé, pero todas esas cosas que vi en mi adolescencia se quedaron bien grabadas en mi cerebro y por eso cuando yo me masturbaba tenía que hacerlo forzosamente con una película porno, algo sustancioso, que me llenara en ese momento dependiendo de lo que había vivido en el día a día, que si vi en la calle a una chica que al caminar le temblaba las bubis, bueno pues al llegar a casa buscaba exactamente eso pero que fuera así como muy lasciva, es decir un porno tan guarrísimo que al terminar de masturbarte, tú doble moral haga que te sientas mal por haber visto esas imágenes pecaminosas.

Les daré un ejemplo, aunque creo que muchos de ustedes no lo necesitan, pero escribiré algunas frases guarras para que entiendan la idea: "Mientras tenga cara, a ti no te hará falta donde sentarte" y "A como la traigas y a como te huela" y pues así soy yo.

Ya está, ya lo dije, yo soy súper guarrísima para coger, a mí no me gusta el romanticismo, al menos no cuando estoy cogiendo, vaya en mi día a día si quiero que me den besitos, me hablen con cariñitos y me traten como una princesa hermosa que todo se lo merece, pero mientras yo tengo SU VERGA (Sí!!! la verga especialmente de mi amorcito el "Solecito") dentro de mí, quiero que me trate como su puta, cómo su perrita que se empina para que le empujen todas las entrañas, quiero que me escupa tanto como esa saliva que se divide en el aire y las gotas caen por todo mi cuerpo, como también quiero que me escupa...

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