La sobrina sin remedio / Encerrada y solita

¿Qué tal les va en la cuarentena masiva?

Siempre les escribo para darles ánimos y vibras positivas, pero los días anteriores me sentía un poco afligida, no estoy estresada y tampoco en la histeria colectiva, simplemente me llegaron mis días menstruales, es decir, si uno ya se siente mal porque no puede salir a ningún lado, imagínense andar así con la regla encima, estos cambios hormonales que no puedes controlar son muy feos, además estoy encerrada completamente solita :( porque como les comenté recién me acabo de mudar a CDMX por unos meses debido a que tenía unos proyectos en puerta (obviamente los puse en espera), pero no tener a ningún otro ser humano, no tener a ninguno de mis dos novios, ni tampoco tener a mis hijos (Bozh y Gigi) a mi lado para jugar con ellos un poquito o dormir acariciándolos o platicar con ellos como loca aunque ellos no hablen humano, Jajajja, pues realmente me pegó en el "cora", y por eso me siento sin ganas, lo único bueno es que tenemos tecnología, hago videollamada con Erick y eso me tranquiliza un poco.

Ayer cambió mi estado de ánimo porque mi Solecito me vino a visitar por un ratito, esas dos horas fueron magníficas porque me levantaron las energías bien cañón, realmente me sentí como la reina, debido a que se puso a entrenar conmigo pierna, o sea literal yo fui su peso para ejercitar sus piernas, ya que realizó 240 sentadillas conmigo sentada en sus hombros, es decir hizo 30 repeticiones en 8 series y descansaba al menos un minuto entre cada serie, y después hizo 260 repeticiones en desplantes, ay no!!! Hubieran visto mi cara de tontita, se me caía la baba de solo ver que es muy fuerte, muy disciplinado, como un dios para mí y luego ver cómo sus piernas se hinchaban frente a mí en la privacidad de mi habitación, ay nooooooo!!! Obvio que se me mojó la Qkita (cuquita) a chorros!

Cada que tenía un descanso me dedicaba a secarle el sudor y darle agua para refrescarlo, y cuando terminó toda su rutina se recostó un momento en mi cama para agarrar fuerzas, después acomodó la toalla en mis piernas para no mojarme con el sudor de su cabeza, pero yo la quité porque no me importaba que me mojara toda con su transpiración, mientras esperaba a que su ritmo cardiaco regresara a la normalidad comenzó a besar y acariciar mis piernas suavemente, y yo tocaba sus enormes brazos que me encantan.

Una vez que se relajó por completo, se recostó boca arriba sobre la cama y yo me subí encima de él, como sé que tiene el tiempo...

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