Sobreviven a las heladas con lo que pueden

GUADALUPE, Zac., diciembre 16 (EL UNIVERSAL).- En las alturas del cerro San Simón están Las Peñitas: dos calles en las que se enclavan una veintena de jacales construidos con cartón, lonas, cobijas y algunos troncos, material que protegen a sus habitantes de las inclemencias del tiempo, como las recientes heladas que se registraron en este lugar con temperaturas de 9 grados bajo cero.

Justo aquí, en tres jacalitos, vive el matrimonio conformado por Yolanda Hinojosa Carrillo, de 26 años y Samuel Hernández Percaste, de 32 años, junto con sus dos hijos, Samuelito, de 10 años, y Violeta, de seis; a la familia se le suman "Rocky", su perro pitbull, "Pinpón", su gato, y tres patos.

Samuel trabaja para una empresa que elabora y coloca estructuras publicitarias, lo que ha permitido que le regalen grandes lonas de vinil grueso que sus patrones desechan, y que para él son muy valiosas para construir y reforzar su vivienda. Lleva cuatro años viviendo en Las Peñitas.

Considera que el suyo es uno de los jacales más protegidos, porque hay otros construidos con pedacerías de lona y cartón, que no detiene en casi nada ni el frío ni las lluvias.

Con ingenio ha utilizado troncos y maderas para armar las estructuras que cargan el peso de las lonas y una serie de cobijas con las que también tapizan el interior de sus cuartos. Sólo en la cocina pusieron algunas láminas de fibra de vidrio, en donde tienen su cilindro, estufa y lavadora, porque si las dejan afuera se las roban.

En la entrada principal está su cuarto, en el jacal contiguo está el dormitorio de los niños con dos camas individuales, y al fondo está la cocina, aunque este lugar también sirve para bañarse y lavar, porque es el único lugar de la casa en donde echaron cemento, y el desnivel del cerro permite que el agua se escurra.

Con las bajas temperaturas que han azotado en gran parte del territorio zacatecano han optado por protegerse con más cobertores. Samuelito y Violeta decidieron dormir juntos en una cama para mitigar el frío, y si es necesario, se ponen sus chamarras.

La semana pasada, el día de la helada, hasta su perro "Rocky" temblaba ?está amarrado afuera de los jacales, como todo un guardián?; por ello prefirieron llevarle dos pequeñas cobijas: una para ponérsela de techito, que le construyeron...

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