Sobreviven casas antiguas

Como una cápsula de tiempo y pese a los daños que puedan ocasionarle los años, la arquitectura de una casa guarda siempre un fiel reflejo de cómo era la vida en un lugar determinado, según la época en la que fue construida.

Ya sea que estas casas estén abandonadas, o sus dueños se hayan dedicado a mantenerlas en buenas condiciones, no es difícil dar con ellas. Aún podemos apreciar en nuestra Ciudad aquellos estilos arquitectónicos que conservan tal cual su singular belleza.

Un ejemplo son las colonias Centro, Bellavista, Regina, Asarco, Obispado, Hidalgo y El Mirador, lugares que aún guardan gran información sobre el modo de vida de las familias regiomontanas.

Aunque son pocas las viviendas que muestran el año de construcción en su fachada, materiales como el adobe, piedra laja, piedra sillar; el grueso de ladrillos, techos de teja y la masilla de las ventanas delatan la antigüedad de las edificaciones.

Ya sea que recorramos una antigua colonia popular o una perteneciente a clases más acomodadas, es común ver en ambas detalles como ventanas pequeñas circulares al estilo de un submarino...

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