SOBREAVISO / La rendija de Peña

AutorRené Delgado

Gala de claridad, articulación y capacidad en el manejo de la política exterior e interior -o sea, talla de estadista- tendrá que mostrar el Presidente electo, Enrique Peña, si pretende derivar beneficios de los términos de la reelección de su homólogo en Estados Unidos, Barack Obama, así como de la aprobación del consumo de mariguana para fines recreativos en Colorado y Washington.

En la obligada y comprometida actuación de Barack Obama en el campo de la economía, la migración y el tráfico de drogas hay un espacio -si se quiere, una estrecha rendija- para intentar fortalecer la economía interna de México y ajustar la relación bilateral con Estados Unidos a partir del replanteamiento del país ante Centro y Sudamérica.

Es condición necesaria, sin embargo, tener claridad en los objetivos nacionales, capacidad para coordinar y articular acciones hacia dentro y hacia fuera del país, así como frescura y osadía para explorar nuevos derroteros.

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Salve o no Barack Obama el precipicio fiscal, Enrique Peña está obligado a impulsar la economía interna para no quedar sujeto al destino de Estados Unidos y, ello, exige crear y ofrecer garantías a la inversión.

Algunos de los grandes empresarios tienen claro ese punto, pero no si el próximo Gobierno ofrecerá facilidades o dificultades para hacerlos voltear hacia dentro del País. Asumen que mantener enganchada la economía mexicana a la locomotora de Estados Unidos, estando en duda su marcha, es un albur. De ahí la importancia de entender la dificultad estadounidense como oportunidad mexicana para fortalecer la economía doméstica, buscando además -a través del empleo- un efecto social que arrebate al crimen el ejército de reserva que es la pobreza.

Una de esas garantías a la inversión se cifra en ofrecer seguridad al capital y al trabajo, esto es, abatir la criminalidad que, al uno y al otro por distintas vías, le exige tributos extras a los impuestos por el Estado. Y, en este punto, es donde el avance de la legalización del consumo de mariguana para fines medicinales o recreativos en Estados Unidos ofrece un punto de apoyo a México y a otros países de la región para replantear la política continental frente al problema de las drogas. Más empleos, menos armas.

La coordinación de la política económica, así como de la política interior y exterior de México es requisito fundamental para, en su articulación y Gobierno, construir una nueva perspectiva nacional. Repetir el error de la Administración...

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