Sobran alimentos, pero hay hambre
| Autor | Manuel Ibáñez |
El País Internacional
MADRID.- En el mundo hay 842 millones de personas -una de cada ocho- que sufren hambre crónica, alertó ayer la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO).
En su informe "El estado de la Inseguridad Alimentaria en el Mundo 2013", la FAO advierte que la gente pasa hambre no porque no haya alimento suficiente, sino porque su gestión es muy deficiente.
Explica que en el 90 por ciento de las veces que hay hambre, ocurre de manera crónica.
"La causa verdadera del hambre no se produce por catástrofes naturales... La causa verdadera del hambre es de origen humano", señala Ignacio Trueba, asesor especial de la FAO en España.
Por tanto, desde Naciones Unidas apuntan que, para erradicar el hambre, el problema no es la disponibilidad del alimento, sino la distribución y el acceso, ya sea por falta de infraestructura o por las condiciones en las que se realiza el traslado, como malas carreteras o la densidad de líneas de ferrocarril.
"¿De qué vale que en Burundi o en Guatemala haya pequeñas explotaciones agrarias, que generan el 80 por ciento de los alimentos en los países en desarrollo, si no hay caminos rurales para poder vender los productos?
"Es decir, hay una limitación en el acceso porque, aunque haya alimentos, no hay forma de llegar a ellos o almacenarlos", señala el asesor de la FAO.
Según el informe de la agencia de Naciones Unidas, los 842 millones de hambrientos crónicos en el mundo estarían distribuidos así: Asia y Pacífico, 528.7 millones; África, 222.7 millones; Latinoamérica y Caribe, 47 millones; Medio Oriente y norte de África, 43.7 millones, y Europa y Asia Central, 6.1 millones.
De los 15 países del planeta donde más ha crecido la producción agrícola entre 2000 y 2008, siete son africanos, entre los que destacan Angola (13.6 por ciento), Guinea (9.9 por ciento) y Eritrea (9.3 por ciento), apunta por otro lado un estudio de la Fundación Mo Ibrahim.
Pese a esto, en todos estos países el hambre ha aumentado en los últimos años debido, principalmente, a la mala gestión de los recursos y al precio de los alimentos.
También es importante destacar las condiciones climáticas actuales, afirma José Cuesta, economista superior del Banco Mundial.
"Los precios de las tres principales categorías de alimentos (cereales, grasas y aceites y otros) bajaron entre febrero y junio un 2 por ciento, un 3 por ciento y un 1 por ciento, respectivamente.
"Esto se debe a la mejora que ha habido en el clima en ese...
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