Soberbia, ese 'demonio'

AutorDulce Soto

De los llamados "siete pecados capitales", la soberbia es el que más condena a los humanos, coinciden escritores y psicólogos.

Sin verlo desde una perspectiva religiosa, este sentimiento de superioridad puede afectar la autoestima de una persona y acarrearle más problemas que beneficios.

Un soberbio buscará ser admirado siempre, creerá que es más inteligente que los demás y, a veces, actuará de manera despectiva, explica la psicóloga Isabel Hernández.

"Un soberbio puede quererse de más y concederse más méritos de los que en verdad tiene, incluso, puede no aceptar sus defectos", señala.

En realidad, sostiene, una persona soberbia suele ser insegura, con poca confianza en sí misma y tiene una necesidad mayor de aprobación.

El problema es que si un soberbio no es reconocido o valorado por quienes lo rodean como él espera, puede caer en un profundo resentimiento.

Además, si se comporta déspota con otros, puede propiciar que sus amigos se alejen de él.

En exceso, la soberbia puede derivar en un trastorno narcisista de la personalidad, el cual lleva a complicaciones en las relaciones interpersonales, familiares o laborales, advirtió.

La soberbia también puede impedir aprender de otros, señaló la escritora Beatriz Espejo.

A decir de la autora, se trata de un mal que uno mismo se crea y que no es necesario; en cambio, la humildad es una cualidad que debería fomentarse, pues ayuda a reconocer la fragilidad y a crecer ante ella.

Salvador Hurtado, autor del libro Satanás. Una biografía no autorizada (Editorial Morgana) agregó que esta actitud cobra mayor relevancia...

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