La soberanía
| Fecha de publicación | 26 Marzo 2023 |
Por Ezra Shabot Askenazi
Un Estado soberano es aquel donde ninguna otra fuerza interna o externa es capaz de imponer decisiones que afectan a la ciudadanía, más que el gobierno legítimamente constituido. La defensa de la soberanía nacional se convirtió en uno de los valores fundamentales de la modernidad en donde el enemigo principal era el diferente, el otro, el extranjero, apuntalando de esta manera un nacionalismo que en ocasiones fue el detonador de grandes conflictos bélicos y masacres de inenarrable crueldad.
Uno de los beneficios de la globalización de fines del siglo pasado fue que este concepto de soberanía se fue diluyendo en beneficio de una apertura económica y un flujo de ideas, mercancías y servicios que hicieron anacrónico aquel principio según el cual los países debían de vivir enclaustrados para defenderse de las amenazas externas.
Pero aquellos que se percibieron excluidos de los beneficios del mundo globalizado reaccionaron alzando la voz y el voto para reclamar su inserción en los beneficios del nuevo mundo. Pero en lugar de demandar ser parte de la transformación tecnológica y científica voltearon al pasado. Sus lideres reivindicaron la soberanía nacional y el legítimo derecho a defender los privilegios propios de los Estados protegidos por barreras comerciales, nacionalistas y abiertamente opuestas al liberalismo como forma de pensar y actuar.
Así fue como la apuesta de López Obrador y Morena —con las especificidades propias del caso mexicano— dio vuelta al pasado y a pesar de una realidad inamovible como lo es la vecindad con los Estados Unidos y el funcionamiento del T-MEC, pretende reconstruir la soberanía nacional perdida en los años de la globalización definida peyorativamente como el “periodo neoliberal”.
Pero lo más dramático del caso mexicano no es que este choque entre presente y pasado haya provocado una parálisis en muchos aspectos de la economía y que en otros haya entorpecido el aprovechamiento de oportunidades únicas como lo es el tema de la relocalización o nearshoring. Lo peor ha sido que la pérdida real de soberanía se ha producido dentro del territorio nacional.
La expansión del crimen organizado en vastas regiones del país ha provocado de facto la cesión del poder legítimo del Estado a grupos criminales que no únicamente son dueños de rutas para traficar drogas, sino que prácticamente controlan la vida cotidiana de muchos mexicanos en zonas donde la ley de los gobiernos, federal y...
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