Situación Actual del Sistema Financiero Mexicano y Apertura Financiera
Fernando Borja Mújica
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Antecedentes
Durante los últimos años el sistema financiero mexicano estuvo sujeto a un importante programa de cambio estructural. Dentro de este programa se realizaron modificaciones de gran trascendencia en un período muy corto de tiempo, dentro de las que destacan:
Desregularización de la intermediación financiera mediante la eliminación de autorizaciones para la operación de los intermediarios, en particular en el sector bancario, en donde se eliminaron los límites a las tasas de interés activas y pasivas, el encaje legal, la canalización de créditos a distintas actividades o sectores de la actividad económica y el coeficiente de liquidez.
El restablecimiento del carácter mixto en la banca mediante la reforma al artículo 28 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y la definición del negocio bancario como un servicio de interés público, sujeto a autorización, a diferencia de un servicio público no sujeto a autorización, como ocurrió durante el período 1982-1990.
La adecuación del marco jurídico, mediante la expedición en 1990 de la Ley para Regular las Agrupaciones Financieras y la Ley de Instituciones de Crédito, las cuales establecen un sistema de intermediación universal a través de la creación de las sociedades controladoras, las cuales pueden integrar entidades financieras que presten toda la gama de servicios financieros bajo una misma administración, aprovechando economías de escala.
Creación de nuevos intermediarios financieros para satisfacer de mejor manera la prestación de servicios financieros, como las empresas de factoraje, las sociedades de ahorro y préstamo y las sociedades financieras de objeto limitado.
Autorización de un mayor número de instituciones financieras para incrementar la competencia en la prestación de servicios financieros y de esta manera disminuir los costos y elevar la calidad de los servicios. A partir de 1993 a la fecha, se ha autorizado la constitución de 17 nuevos bancos nacionales y 18 filiales, así como la creación de dos nuevas figuras: las sociedades financieras de objeto limitado (29 autorizadas) y las sociedades de ahorro y préstamo (20 autorizaciones).
Apertura con el exterior, mediante la negociación y ratificación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC), así como la negociación de tratados similares con otros países como Venezuela y Colombia (G-3) y el ingreso de nuestro país a la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE).
Autonomía del Banco de México, mediante la reforma de 1993 al artículo 28 de la Constitución, a efecto de crear un banco central, autónomo del Gobierno Federal en la conducción de la política monetaria, cuya finalidad es la de mantener el poder adquisitivo del dinero. La autonomía se basa en la designación e inamovilidad de la junta de gobierno, en donde no participan representantes del Gobierno Federal, así como en la facultad para manejar su crédito, no estando obligado a financiar a ninguna autoridad.
Con este programa se modernizo nuestro sistema financiero, sin embargo, por la prontitud en que se tomaron estas medidas y ante la crisis económica que actualmente vivimos, es necesario consolidar las reformas anteriores para contar con un sistema financiero sólido y competitivo a nivel internacional.
La actual crisis en el sector financiero es una de las más profundas de nuestra historia contemporánea. A diferencia de otras crisis financieras de Gobierno Federal, la mediana y gran empresa y los acreedores la comunidad financiera internacional, principalmente banco comerciales, actualmente los deudores son básicamente personas físicas y la pequeña y mediana empresa y los acreedores son los intermediarios financieros mexicanos, lo que hace más compleja la solución del problema.
Antes de la crisis de diciembre de 1994, el sistema financiero presentaba ya algunos problemas. A diciembre de 1994 la cartera vencida de la banca representó el 7.4% (excluyendo Unión, Cremi y Banpaís) de la cadera total del sistema, índice muy elevado respecto de la observada en otros países. Adicionalmente, el nivel de reservas preventivas era bajo, (alrededor de 40%) y existían algunas diferencias entre los principios de contabilidad aplicables en México y los internacionalmente aceptados, como el U.S. GAAP.
Los problemas anteriores se agudizaron en diciembre de 1994, agravando la condición del sistema financiero mexicano y en particular del sistema bancario, el cual atraviesa por una difícil situación en la actualidad.
Los efectos más nocivos derivados de la crisis en el sistema financiero mexicano fueron el incremento en las tasas de interés y la recesión económica, las cuales se tradujeron en un incremento sustancial en la cadera vencida de los intermediarios. En el sector bancario el índice de cadera vencida se incrementó del 7.4.% de la cadera total en diciembre de 1994, a 12.3% en junio de 1995 (excluyendo Unión, Cremi y Banpaís).
Por lo que hace a la devaluación del peso mexicano, ésta no produjo pérdidas cambiarias de importancia al sistema financiero, debido a que, por una parte, los bancos estaban limitados en el monto de pasivos que pueden mantener en moneda extranjera y, por la otra, deben cubrir sus posiciones. Sin embargo, la devaluación del peso trajo consigo problemas de liquidez en moneda extrajera, debido a que no se renovaron sus obligaciones en el exterior y se deterioró la calidad de sus activos en moneda extranjera al incrementarse la cartera vencida.
Finalmente, los intermediarios financieros observaron pérdidas en sus inversiones de valores debido a la caída en la Bolsa Mexicana de Valores.
Los problemas anteriores hicieron necesaria una mayor capitalización del sistema financiero, para lo cual se adoptaron una serie de medidas a efecto de incentivar la inversión en el sector financiero.
2. Programa de fortalecimiento del sector financiero y de ayuda a los deudores
Con el propósito de superar la crisis en el sector financiero, el Gobierno Federal estableció un programa de fortalecimiento del mismo, con el propósito de mantener su solidez y aliviar la situación de los deudores.
Los objetivos de dicho programa son los siguientes:
Mantener un sistema financiero sólido, debidamente capitalizado.
Garantizar la seguridad de los depósitos.
Proteger a las instituciones, no a sus accionistas.
Disminuir el costo fiscal del programa, y distribuirlo en el tiempo.
Garantizar el buen funcionamiento del sistema de pagos.
Aliviar la difícil situación de los deudores, en particular de los medianos y pequeños.
Tomando en consideración su objetivo primordial, las medidas pueden clasificarse en aquellas dirigidas a fortalecer a las instituciones financieras, y las diseñadas para aliviar la situación de los deudores. En su instrumentación, se ha tomado en cuenta su impacto fiscal, a fin de que no se traduzcan en nuevos incrementos en la inflación y en las tasas de interés.
2.1 Medidas para fortalecer el sistema financiero
La solidez del sistema financiero es un elemento indispensable para el desarrollo económico y el buen funcionamiento del sistema de pagos. Las medidas para fortalecer el sistema financiero están dirigidas ante todo a fortalecer a las instituciones no a sus accionistas. Las medidas adoptadas durante el presente año son:
2.1.1 Ventanilla de liquidez en dólares.
2.1.2 Reformas a la legislación financiera.
2.1.3 Incremento en las reservas preventivas.
2.1.4 Programa de capitalización temporal.
2.1.5 Esquemas de capitalización con compra de cartera.
2.1.6 Fortalecimiento de supervisión.
2.1.7 Financiamiento del Banco Mundial-BID.
La mayoría de las medidas anteriores han sido instrumentadas a través del Fondo Bancario de Protección al Ahorro (FOBAPROA). Por su funcionamiento y su cobertura, el FOBAPROA es una institución singular en nuestro sistema financiero.
A diferencia de los seguros de depósito que operan en otros países como el Federal Deposit Insurance Corporation, que cubre exclusivamente hasta cierto monto los depósitos del público, el FOBAPROA cubre la totalidad de los pasivos de la banca mexicana, con excepción de las obligaciones subordinadas.
El FOBAPROA es un fideicomiso privado, constituido en el Banco de México como fiduciario, su patrimonio se integra con las aportaciones que las instituciones de banca múltiple han aportado desde su fundación. De conformidad con el artículo 122 de la Ley de Instituciones de Crédito estas aportaciones pueden ser ordinarias (anualmente, hasta 5 al millar de las obligaciones objeto de protección expresa) extraordinaria (anualmente, hasta 7 al millar) o iniciales para los nuevos bancos.
Sin embargo, dichas aportaciones no son suficientes para afrontar la actual crisis financiera, por lo que el Gobierno Federal tendrá que aportar una cantidad significativa de recursos para mantener la solidez de las instituciones de crédito.
2.1.1 Ventanilla de liquidez en dólares
A efecto de garantizar el cumplimiento de las obligaciones denominadas en moneda extranjera, el Fondo Bancario de Protección al Ahorro estableció una ventanilla de liquidez en dólares en Banco de México. A través de dicha ventanilla las instituciones de banca múltiple, ante la falta de recursos externos derivada de la desconfianza en nuestra economía y el incremento de la cartera vencida denominada en dólares, pudieron obtener liquidez inmediata de divisas, lo que les permitió cumplir puntualmente con sus obligaciones denominadas en moneda extranjera.
A través de este programa, Banco de México con los recursos obtenidos del Tesoro Norteamericano y el Fondo Monetario Internacional, otorgó a FOBAPROA financiamiento en dólares para ser canalizado a las instituciones de banca múltiple. De esta manera, ningún banco mexicano incumplió el pago de sus obligaciones en moneda extranjera. Esta medida no tuvo impacto fiscal, debido a que los préstamos se otorgaron en...
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